Cartas al director

Batallones de castigo

Se trata de aquellas decenas de miles de antifascistas españoles que al terminar la guerra civil 1936-1939 fueron enrolados en batallones de castigo y en colonias penitenciarias militarizadas, donde, encima de hacerles trabajar garrote en mano, eran sometidos a un régimen disciplinario como en los tiempos de la Inquisición por aquellos excombatientes del dictador que eran los encargados de denunciar a los que después eran enrolados en los batallones, sin recibir más recompensa que un real diario (25 céntimos de peseta) y una pequefla ración de habas mal condimentadas.Personalmente pienso, no s...

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Se trata de aquellas decenas de miles de antifascistas españoles que al terminar la guerra civil 1936-1939 fueron enrolados en batallones de castigo y en colonias penitenciarias militarizadas, donde, encima de hacerles trabajar garrote en mano, eran sometidos a un régimen disciplinario como en los tiempos de la Inquisición por aquellos excombatientes del dictador que eran los encargados de denunciar a los que después eran enrolados en los batallones, sin recibir más recompensa que un real diario (25 céntimos de peseta) y una pequefla ración de habas mal condimentadas.Personalmente pienso, no sé si tendré razón, que igual que, aunque tarde, a otros colectivos de combatientes se les han reconocido ciertos derechos en recompensa a su servicio prestado, ¿por qué no también se les reconoce a estos hombres que, por haber defendido la República fueron tan salvajemente castigados sin recibir nada a cambio hasta el día de hoy?

Sería una manera de seguir haciendo justicia a los que tanto sudor y lágrimas derramaron acusados de un delito que jamás habían cometido, y que muchos, muchísimos de ellos, pagaron con su propia vida.

Y que sus familiares no podrán ponerles ese tan deseado ramo de flores porque nunca sabrán dónde están enterrados.-

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