Volkswagen se replantea sus futuras inversiones en Seat ante la ausencia de "ayudas institucionales"

El grupo alemán Volkswagen, que en diciembre adquirió el 75% del capital de Seat, se está replanteando sus futuras inversiones en la sociedad española (más de 450.000 millones de pesetas hasta el año 1995) ante lo que considera "falta de ayudas institucionales" del Gobierno central y las comunidades autonómas navarra y catalana, según declaró ayer el presidente del consejo de administración, Werner Schmidt. Volkswagen tiene hasta el mes de junio para decidir una parte de sus inversiones y espera, hasta entoces, ofertas de "apoyo institucional" de la Generalitat de Cataluña y de Navarra, "de la...

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El grupo alemán Volkswagen, que en diciembre adquirió el 75% del capital de Seat, se está replanteando sus futuras inversiones en la sociedad española (más de 450.000 millones de pesetas hasta el año 1995) ante lo que considera "falta de ayudas institucionales" del Gobierno central y las comunidades autonómas navarra y catalana, según declaró ayer el presidente del consejo de administración, Werner Schmidt. Volkswagen tiene hasta el mes de junio para decidir una parte de sus inversiones y espera, hasta entoces, ofertas de "apoyo institucional" de la Generalitat de Cataluña y de Navarra, "de la misma forma que General Motors y Ford recibieron ayudas en infraestructura y fiscales".

"En España se tiene la idea de que Volskwagen, antes de comprar Seat, recibió ayuda oficial vía el saneamiento de Seat. Esto es una falacia: nosotros hemos aportado ya 60.000 millones de pesetas por una compañía que, en los próximos cinco años, arrojará pérdidas. El botón de muestra es el ejercicio de 1986, en el que Seat puede haber acumulado nuevas pérdidas por un importe superior a los 26.000 millones de pesetas", declaró Schmidt ante un grupo de periodistas, en la presentación de los resultados anuales del grupo alemán en el Salón del Automóvil de Ginebra. En el ejercicio de 1985, Seat perdió contablemente 37.000 millones, si bien las "pérdidas reales, por acumulación de años anteriores, se elevaron a más de 80.000 millones", según fuentes alemanas.Con todo, añadió Schmidt en un claro ejercicio de presión al Gobierno español, "sabíamos lo que comprábamos. Seat tiene su viabilidad asegurada dentro de un plan a largo plazo. Pero lo que está claro es que las inversiones futuras dependerán de la cantidad neta que tengamos que aportar. La más baja, siempre que alcance los mismos objetivos, será la que ralizaremos", añadió.

El grupo Volkswagen ha tomado ya la decisión inicial de trasladar una gran parte del proceso de fabricación de coches de la zona franca de Barcelona a Martorell. Pero, de acuerdo a la idea expuesta por Schmldt, "existen aún muchos imponderables y opciones diferentes". En tal sentido, muchas inversiones pueden quedarse en Cataluña, o concentrarse en la planta de Landaben (Navarra) o, simplemente, "quedarse en Alemania". "Todo dependerá de las ayudas que recibamos de los Gobiernos afectados; es decir, Generalitat, Diputación Foral de Navarra o de los fondos institucionales ya instrumentados (un 25% del total) por los Gobiernos federales alemanes.

Apoyo a Seat

Volkswagen está decidida a apoyar hasta el final "la opción Seat", marca que ha sido integrada ya en los logotipos del grupo con el objetivo de cubrir el segmento bajo del mercado de automóviles, el coche utilitario. Pero "con Seat, o sin Seat", el grupo alemán es "desde 1986, el primer fabricante de coches de Europa", lo que, en la idea de Schmidt, "los planes futuros para la empresa española dependen de muchas variables. A nostros, realizar inversiones en España (Navarra o Cataluña) o en la RFA es un problema de coste. Los objetivos pueden cubrirse en cualquier parte", dijo.Seat, en el año pasado, alcanzó los objetivos previstos, según Schmidt. Pero "eso no quiere decir que no descubriéramos algunas cosas que nos dejaron insatisfechos. La primera, es la baja productividad de las instalaciones catalanas; en segundo lugar, la falta de flexibilidad laboral en España, entendiendo por ella la ausencia de comprensión hacía la necesidad empresarial de modificar turnos y formas de trabajo". El presidente de Seat dejó bien claro que no se refería a la libertad de despido, tema cerrado de antemano en Seat.

Una de las razones de sus preferencias por Landaben, en lugar de Cataluña, es precisamente la mejor productividad y la mayor capacidad de negociación de los trabajadores. Navarra puede duplícar su producción, sin grandes traumas, mientras que Cataluña exige mayores esfuerzos e inversiones, vino a decir Schmidt.

El cierre del ejercicio de 1986 (cuyas pérdidas no recacrán sobre el Instituto Nacional de Industria, según aclaró el representante de Volkswagen) está pendiente del plan industrial en relación a la zona frarica, cuyo valor futuro puede ser nulo si "decidimos trasladarnos por completo a Martorell. En ese caso", añadió, "necesitaremos amortizar estas instalaciones y reflejarlas en la cuenta de resultados. Esto puede suponer hasta 50 millones de marcos (3.500 millones de pesetas) al año más de pérdidas durante los próximos cinco años". Por eso, el ejercicio del pasado año puede acabar entre 25.000 y 30.000 millones de pérdidas, según afirmaciones que no quisieron ser desmentidas por el nuevo presidente de Seat.

Por otro lado, el grupo Volkswagen incrementó en un 15,8% su producción el año pasado (gracias a los 266.000 vehículos marca Seat), pero apienas pudo aumentar un tímido 1% sus ventas (53.000 millones de marcos), como resultado del mal ejercicio en Estados Un¡dos y de la desvalorización del dólar. La producción total de Seat, incluidos vehículos Polo y Passat, fue de 340.000 unidades.

Carl Hahn, presidente del consejo ejecutivo de Volkswsagen, destacó en la comIerencia de prensa "las decisiones estructurales" adoptadas por el grupo el pasado año, entre las que destacó, como la más importante, la compra de la empresa Seat.

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