Brasil vive un caos económico tras anunciar la suspensión de pagos de la deuda exterior

Brasil vive un caos económico desde que el pasado jueves se anunció que este país, que soporta la mayor deuda exterior del mundo había decidido suspender el pago del servicio y los intereses de sus obligaciones exteriores. Ayer, los directivos de las suursales de los grandes bancos norteamericanos salieron de estampida hacia Nueva York, mientras que la bolsa se derrumbaba de manera espectacular, el mercado del dinero se quedaba sin liquidez y el cambio negro del dólar se disparaba.Todo este caos sucedía antes de que el presidente José Sarney se dirigiera anoche a la nación para comunica...

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Brasil vive un caos económico desde que el pasado jueves se anunció que este país, que soporta la mayor deuda exterior del mundo había decidido suspender el pago del servicio y los intereses de sus obligaciones exteriores. Ayer, los directivos de las suursales de los grandes bancos norteamericanos salieron de estampida hacia Nueva York, mientras que la bolsa se derrumbaba de manera espectacular, el mercado del dinero se quedaba sin liquidez y el cambio negro del dólar se disparaba.Todo este caos sucedía antes de que el presidente José Sarney se dirigiera anoche a la nación para comunicar oficialmente la suspensión unilateral, y por duración indefinida, de pagos de la deuda externa, que asciende a unos 105.000 millones de dólares. La moratoria se extendía, en principio, por 90 días, pero fuentes oficiales aseguraban ayer que la suspensión sería por tiempo indefinido, como realmente ha sucedido.

El ministro brasileño de Hacienda, Dilson Funaro, viajará durante la próxima semana en plena época de carnavales, a Nueva York para negociar directamente con las autoridades y banqueros estadounidenses, los mayores acreedores de Brasil. Funaro confirmaba ayer que el período de moratoria "dependerá de la marcha de las negociaciones". Pero mientras se espera el anuncio de nuevas medidas económicas, que podrían incluir una fuerte devaluación del cruzado, muchas empresas multinacionales han empezado ya a sacar del país gran parte de sus reservas monetarias.

El presidente Sarney pretende conseguir apoyo político con esta decisión de suspender los pagos de los intereses y servicios de la deuda, alegando que el país no puede hacer más sacrificios. Pero el presidente brasileño se encuentra en un débil momento político, con la banca, los empresarios y los sindicatos en su contra. Todos le culpan de imponer una política causante de la quiebra.

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