Un juez de Venecia denuncia la falta de colaboración española

El juez de Venecia Felice Casson, que ha denunciado anteriormente la ausencia de colaboración de la Audiencia Nacional en el terrorismo de extrema derecha, afirmó a este periódico que numerosos terroristas negros viven todavía en España. Casson asegura que el Gobierno socialista tiene el control público, pero no de las estructuras de poder, y califica de absurdas sus peticiones de colaboración internacional contra el terrorismo cuando en España no se practica.

Casson denunció al Ministerio de Justicia y al Consejo General del Poder Judicial la ausencia de colaboración de la Audienc...

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El juez de Venecia Felice Casson, que ha denunciado anteriormente la ausencia de colaboración de la Audiencia Nacional en el terrorismo de extrema derecha, afirmó a este periódico que numerosos terroristas negros viven todavía en España. Casson asegura que el Gobierno socialista tiene el control público, pero no de las estructuras de poder, y califica de absurdas sus peticiones de colaboración internacional contra el terrorismo cuando en España no se practica.

Casson denunció al Ministerio de Justicia y al Consejo General del Poder Judicial la ausencia de colaboración de la Audiencia Nacional en los casos de terrorismo, y en concreto sobre la extradición del súbdito italiano Carlo Cicuttini, buscado por la justicia italiana desde hace años. La Audiencia Nacional denegó en dos ocasiones su extradición y posteriormente puso en libertad provisional a Cicuttini un día antes de que Casson se trasladara a España para interrogarle.

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El Consejo General del Poder Judicial, en su sesion el 10 de enero de 1986, decidió sobreseer y archivar la denuncia "a la vista de la información practicada". La carta que comunicaba esa decisión a Casson iba firmada por José María Castelló Tárrego en septiembre de 1986.

Casson afirma que no se puede investigar nada si la denuncia llegó tres días antes de la decisión de sobrescerla y ni siquiera se le preguntó nada para completar y ampliar la investigación. "La Audiencia Nacional", dice Casson, "es un muro inexpugnable donde no existe diálogo; es necesaria una nueva generación de jueces. Por eso es absurdo hablar de cooperación internacional contra el terrorismo. Para nosotros, el terrorismo negro es algo ya pasado, pero en España sigue habiendo ultras italianos".

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Casson asegura que Mauro Meli, implicado en el asesinato del juez Occorsio, Giusepe Calzona, al que se ha denegado su extradición, y muchos otros continúan en España. Stefano delle Chiae, uno de los jefes de la Internacional Fascista, pasa épocas en España y en Suramérica, y Cicuttini, entre otros, buscado en Italia por varias acciones terroristas, vive en España tranquilamente tras haberse casado con la hija de un militar.Casson advierte que el terrorismo rojo como el de las Brigadas Rojas puede desarticularse más fácilmente que el terrorismo negro, dado que este último está protegido por los aparatos del Estado. Así ocurrió en Italia, añade Casson, que detrás de todos los atentados del terrorismo negro hasta 1984 estaban siempre los servicios secretos. Ellos no estaban al servicio del Estado, sino de determinados aparatos de poder".

Otro juez italiano, el fiscal Luigi Viña, de Florencia, denunció verbalmente la falta de colaboración de la Justicia y los servicios de información españoles en relación con el juez Occorsio, asesinado con una metralleta Ingram propiedad de la policía española.

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