Giuseppe Ayala: "El Gobierno italiano puede hacer mucho más contra la Mafia"

El fiscal jefe del maxiproceso de Palermo contra la Mafia, Giuseppe Ayala, de 41 años, afirma en una entrevista concedida a EL PAÍS en Palermo que el "Gobierno socialista podría hacer mucho más en la lucha contra la organización criminal" y precisa que "somos muy pocas las personas que realmente hacemos frente al fenómeno mafioso en Italia". El responsable de la acusación pública contra la onorata società, "un hombre blindado", afirma que "este proceso pone en juego la credibilidad del Gobierno socialista" en referencia a la posibilidad de que la mayoría de los mafiosos salgan próximamente en ...

El fiscal jefe del maxiproceso de Palermo contra la Mafia, Giuseppe Ayala, de 41 años, afirma en una entrevista concedida a EL PAÍS en Palermo que el "Gobierno socialista podría hacer mucho más en la lucha contra la organización criminal" y precisa que "somos muy pocas las personas que realmente hacemos frente al fenómeno mafioso en Italia". El responsable de la acusación pública contra la onorata società, "un hombre blindado", afirma que "este proceso pone en juego la credibilidad del Gobierno socialista" en referencia a la posibilidad de que la mayoría de los mafiosos salgan próximamente en libertad si el Parlamento no aprueba una ley que amplíe el plazo de prisión preventiva.

La esperanza, la pérdida del temor reverencial a la Mafia y el principio del ocaso de la tradicional e impenetrable omertá -ley del silencio- que caracterizaron las primeras sesiones del maxiproceso de Palermo, en enero del pasado año, se han tornado ahora en desencanto y frustración.Las críticas contra la falta de apoyo del Gobierno al proceso, la posibilidad de que la mayoría de los 474 acusados inicialmente puedan salir en libertad el próximo 8 de mayo, la polémica iniciada por el escritor Leonardo Sciascia contra los que denomina "profesionales de la antimafia" y la soledad que han experimentado este año las escasas personas que han hecho verdaderamente frente a la Mafia desde su primera sesión, han propiciado el descrédito de los socialistas italianos a quienes se acusa de ausencia de voluntad política para dirigir el combate contra la Cosa Nostra.

Pregunta. ¿Qué ha cambiado en Sicilia y en Italia después de este año de maxiprocesso?

Respuesta. Recuerde usted a Giovanni Tomasso di Lampedusa, el escritor de El Gatopardo. Escribió, en cierto modo, que en Sicilia se cambia todo para que todo siga igual. Uno de los méritos de este proceso ha sido ampliar el conocimiento de la Mafia, su estructura y organización, pero estas investigaciones llegan sólo hasta 1982. Después no sabemos nada de lo que está ocurriendo en el interior de la organización. El resultado se obtendrá más adelante para saber si ha existido un cambio sustancial. Habrá que ver de qué parte está la gente.

P. ¿Qué opina de la polémica Sciascia sobre los que llama "profesionales de la antimafia"?

R. No creo que fuera el momento oportuno para abrir este discurso, aunque el artículo de Sciascia pueda tener motivos de reflexión. Entiendo que Sciascia no entiende. Le admiro como escritor pero pienso que el arresto domiciliario a que nos vemos sometidos es un alto precio para hacer carrera. Aun siendo un poco duro, le diría que pagamos el precio de nuestra libertad, y muchas personas han perdido la vida por hacer carrera. Creo que no es serio.

Voluntad política

P. ¿Cree que hay pocas personas que luchan contra la Mafia?R. Creo que son pocas las que hacen algo realmente serio. Muy pocas.

P. ¿Cree que el Gobierno apoya realmente esta lucha?

R. Déjeme que le conteste de esta manera. Creo que podría hacer mucho más.

P. La ampliación de la prisión preventiva para los acusados del maxiprocesso está ahora en manos del Gobierno socialista.

R. Sí. No sé lo que ocurrirá. Yo me dedico a aplicar la ley. Lo otro es una responsabilidad política. Deberían haberlo prevenido al principio del proceso. La decisión está en Roma. Cada uno debe asumir sus responsabilidades y creo que en este caso está en juego la credibilidad del Estado.

P. ¿Cuál es la solución?

R. La solución es compleja. Debe pasar por la investigación policial, por la instrucción de la justicia; pero la auténtica solución está en la voluntad política. Es necesaria una estrategia global, pero el Gobierno debe acabar con el desempleo en Sicilia, mejorar la situación económica de la región; el siciliano debe notar que el Estado le apoya. Es también un problema cultural muy arraigado en la isla. La solución es sobre todo política. El fascismo centró la lucha contra la Mafia en medidas exclusivamente represivas y eso no funciona.

P. ¿Está ahora la justicia investigando el denominado tercer nivel, las implicaciones políticas y económicas de la organización maflosa?

R. Sí. Efectivamente, se está trabajando en ello, pero la investigación puede durar años. Hasta el momento, a nivel judicial precíso, no hemos encontrado datos importantes sobre el tercer nivel.

P. Su casa se encuentra las 24 horas del día bajo vigilancia de dos tanquetas de los carabinieri y escoltas con chalecos antibalas y metralleta en mano. ¿Es un duro precio?

R. Sí. Desde hace un año no puedo salir ni a comprar el periódico. Vivo rodeado de policías y no salgo de mi despacho, mi automóvil y mi casa. Siento la soledad, aunque me he sentido menos solo desde la polémica Sciascia, porque he podido comprobar el apoyo de la gente. ¡Y todo esto para hacer carrera!