El principio y el final están en Roma

El escepticismo y el desencanto definen la situación de Sicilia un año después de que se iniciara el mastodóntico proceso de Palermo contra la Mafia italiana.El aula bunker del proceso, construida junto a la fortaleza-cárcel de Ucciardone (Palermo), ha acogido durante este año a los 474 encarcelados y acusados en este proceso, entre ellos, algunos de los más importantes capos de la Cosa Nostra, numerosos boss -jefes-y killers -asesinos acusados de numerosas vendettas-.En este año se han realizado 146 audiencias, se han tomado 1.377 testimonios, se han notific...

El escepticismo y el desencanto definen la situación de Sicilia un año después de que se iniciara el mastodóntico proceso de Palermo contra la Mafia italiana.El aula bunker del proceso, construida junto a la fortaleza-cárcel de Ucciardone (Palermo), ha acogido durante este año a los 474 encarcelados y acusados en este proceso, entre ellos, algunos de los más importantes capos de la Cosa Nostra, numerosos boss -jefes-y killers -asesinos acusados de numerosas vendettas-.En este año se han realizado 146 audiencias, se han tomado 1.377 testimonios, se han notificado algo más de 5.000 actas, se han realizado 360 investigaciones patrimoniales y se han adjuntado más de medio millón de folios a los 8.632 que componían la instrucción inicial, elaborada por cuatro jueces sicilianos: Giovanni Falcone, Paolo Borsellino Guiseppe di Lello y Leonardo Guarnotta.

Del total de 707 acusados en la instrucción judicial, sólo 474 pudieron ser detenidos y sentados en el banquillo. De estos últimos, siete han muerto este año y otros 18 de los huidos lograron ser arrestados por la policía. El trabajo ha sido extenuante para el tribunal, magistrados, abogados y un largo etcétera, entre ellos, 12 empleados, que han acumulado a lo largo de estos 12 meses más de 8.000 horas extraordinarias de trabajo.

Este inhumano esfuerzo realizado por muy pocas personas en Italia contra la Mafia está resintiéndose ahora por la falta de apoyo y voluntad política, como han denunciado numerosos magistrados y abogados de la acusación particular, así como partidos políticos de izquierda.

Un artículo de Leonardo Sciascia que arremetía contra lo que calificó de "profesionales de la antimafia", provocó una larga polémica en Italia, que ha conseguido encrespar aún más esta crítica situación. El Parlamento tiene ahora en sus manos la continuidad del proceso, que podría finalizar en un rotundo fracaso si los representantes populares no aprueban una ley que amplíe el plazo de prisión preventiva a los maflosos. En caso contrario, la mayoría de los acusados quedarían en libertad el próximo 8 de mayo.

El ex miembro del Consejo Superior de la Magistratura Alfredo Galasso, abogado de la familia del general Della Chiessa, asesinado por la Mafia, afirma que "se está produciendo un grave proceso de normalización, que busca reconducir Mafia y antimafia en una convivencia pacífica"."Esta polémica es peligrosa -añade Galasso- porque se ha hablado de los errores de la antimafia, pero se olvida el verdadero problema: la Mafia y su poder político, económico y militar, que todavía es muy fuerte. Se están reorganizando sus hombres y sus intereses".

Giovanni Falcone y otros magistrados que han instruido este maxiproceso mantienen un discreto aunque significativo silencio público y lanzan duras críticas privadas contra la falta de apoyo político.

Galasso, quiert coincide con la opinión general. de los principales magistrados del proceso y de los representantes del ministerio público, afirma que el principio de la Mafia está en Roma y el desenlace de este proceso y la solución al problema en general están también en Roma. Sicilia es sólo una consecuencia.