El Departamento de Estado, preocupado por la ayuda exterior

Una fuente norteamericana próxima a las negociaciones con España sobre la reducción de las bases dijo ayer a EL PAÍS que "los españoles hicieron el pasado julio unas declaraciones bastante clara de lo que quieren. A veces la idea es incluso demasiado clara", matizando así las declaraciones del secretario de Estado George Shultz en el Congreso donde dijo el miércoles que los españoles "no están seguros del total de militares norteamericanos que quieren en su suelo". "Quizás haya exagerado un poco", dijo la misma fuente, situando las declaraciones de Shultz en el contexto de política interna...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Una fuente norteamericana próxima a las negociaciones con España sobre la reducción de las bases dijo ayer a EL PAÍS que "los españoles hicieron el pasado julio unas declaraciones bastante clara de lo que quieren. A veces la idea es incluso demasiado clara", matizando así las declaraciones del secretario de Estado George Shultz en el Congreso donde dijo el miércoles que los españoles "no están seguros del total de militares norteamericanos que quieren en su suelo". "Quizás haya exagerado un poco", dijo la misma fuente, situando las declaraciones de Shultz en el contexto de política interna en que las hizo y en su defensa de la ayuda exterior norteamericana que la Administración está reduciendo drásticamente por razones presupuestarias.El Departamento de Estado está utilizando ante el Congreso las negociaciones con España sobre las bases como un ejemplo clave de las consecuencias de los drásticos recortes del presupuesto de ayuda exterior impuestos por el Parlamento. La Administración norteamericana, por motivos de política interna y para conseguir más fondos presupuestarlos, está insinuando que EE UU puede perder las bases en España si no concede más ayuda exterior (créditos militares) a nuestro país.

Más información

Shultz, que es la tercera vez en las últimas semanas que insiste ante el Congreso en que hay que apoyar la posición negociadora del embajador Bartholomew en Madrid cumpliendo con los compromisos de ayuda, está pensando en el Parlamento y no en el Gobierno español. El secretario de Estado aprovechó su intervención para reiterar su mensaje de que los "devastadores" recortes presupuestarlos "nos obligan a jugar a la ruleta rusa" y amenazan el liderazgo de EE UU en el mundo, disminuyendo la posibilidad de realizar una política exterior coherente y de mantener una infraestructura mínima en el exterior. Ayudar a los aliados es barato y muy rentable para EE UU, insiste Shultz.

Pero un Congreso cada vez más aislacionista le responde que lo verdaderamente grave para la seguridad nacional es el déficit presupuestarlo y del comercio norteamericano, o la quiebra de la agricultura estadounidense.

Los congresistas demuestran, en general, un gran desconocimiento de la relación con España que no les interesa más que en el contexto de su coste económico. Hace unos días, en el debate del subcomité de Europa de la Cámara de Representantes, la congresista Jan Mayers (republicana por Kansas), preguntó: "¿Cuántas bases tenemos en España? ¿Estamos ahora negociando con ellos"". Otro congresista, Lukens, preguntó si la negociación de las bases es un problema económico.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En