Obviedades de lo atípico
Lo prolongado del secuestro y la ausencia de noticias fidedignas sobre el desarrollo de las presumibles negociaciones con ETA Militar han fomentado en las últimas semanas la hipótesis de que estamos asistiendo a un secuestro atípico, expresión que encierra bastantes enigmas y una lectura más bien preocupante.Las mismas fuentes policiales que hace mes y medio pronosticaron un rápido desenlace del caso se muestran ahora desconcertadas e insinúan la posibilidad de que ETA Militar haya modificado las pautas de comportamiento que ha seguido hasta ahora en anteriores secuestros.
El por...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Lo prolongado del secuestro y la ausencia de noticias fidedignas sobre el desarrollo de las presumibles negociaciones con ETA Militar han fomentado en las últimas semanas la hipótesis de que estamos asistiendo a un secuestro atípico, expresión que encierra bastantes enigmas y una lectura más bien preocupante.Las mismas fuentes policiales que hace mes y medio pronosticaron un rápido desenlace del caso se muestran ahora desconcertadas e insinúan la posibilidad de que ETA Militar haya modificado las pautas de comportamiento que ha seguido hasta ahora en anteriores secuestros.
El portavoz de los Caballero, Francisco Tuduri, ha aludido con alguna reiteración a la presión policial y al temporal de nieve como posibles causas de unas supuestas dificultades de comunicación existente entre los distintos niveles organizativos de ETA Militar.
Tuduri, que cumple sobradamente con la consigna familiar de desmentirlo todo, incluso lo que parece más obvio, dice que si en algo está resultando atípico este secuestro es en el incumplimiento del ritual seguido en los casos anteriores. "Mes y medio de secuestro, y nosotros todavía pidiendo una fotografía de Jaime a los secuestradores", comenta con gesto de desaliento.
Lo que parece obvio es que las exigencias económicas de ETA Militar resultan, o han resultado hasta hace poco, desorbitadas para la familia Caballero.
Ya se dijo al principio que el propósito de ETA Militar de hacerse con un fuerte rescate, que aliviara su maltrecha economía, es difícilmente compatible con la pretensión de forzar una rápida negociación.