Ignorancia intolerante

Parece un evidente síntoma de incoherencia, debilidad y falta de carácter resolutivo la tibia postura del señor Barranco ante la distorsionada situación que pretende deformar, incultamente, una realidad urbanística como la excelente remodelación de la Puerta del Sol.En muchas décadas no se ha realizado en Madrid una obra municipal de tan perfectas, bellas y estimulantes proporciones; es inaudito pensar en sustituir nada: Le Corbusier estaría orgulloso; Kandinsky, emocionado; Mondrian, absorto... En fin, la Bauhaus se sentiría renacer en estos hombres que han sabido dar nueva vida y luz nueva a...

Parece un evidente síntoma de incoherencia, debilidad y falta de carácter resolutivo la tibia postura del señor Barranco ante la distorsionada situación que pretende deformar, incultamente, una realidad urbanística como la excelente remodelación de la Puerta del Sol.En muchas décadas no se ha realizado en Madrid una obra municipal de tan perfectas, bellas y estimulantes proporciones; es inaudito pensar en sustituir nada: Le Corbusier estaría orgulloso; Kandinsky, emocionado; Mondrian, absorto... En fin, la Bauhaus se sentiría renacer en estos hombres que han sabido dar nueva vida y luz nueva al cotidiano y al mismo tiempo mágico lugar de encuentro de las gentes de la Villa.

La más intolerante de las ignorancias se está interponiendo a la renovación, a una creación artística que ha sabido aunar arquitectura, urbanismo y diseño, recuperando proporciones, aire y espacio. Después de 50 años se ha conseguido lo que pocas ciudades modernas llegan a tener: un oasis en su corazón.

Tocar tan sólo uno de los elementos mobiliarios que dan luz a nuestra nueva Puerta del Sol significaría apagar el proceso creativo de los mejores, decapitar las más honestas iniciativas y ensombrecer el futuro de nuestra ciudad.-