TEMPORAL DE FRÍO

Un 'regalo' que tardó 24 años en llegar

La Coruña era una fiesta bajo cero iluminada por los flashes de las cámaras. Al filo de la medianoche, las familias, alrededor del televisor y la estufa por lo inclemente del tiempo, aventuraron un vistazo al crudo exterior al acabar la película y quedaron sorprendidos al ver la ciudad cubierta de nieve. El espectáculo había tardado en producirse casi un cuarto de siglo.La última ocasión fue un día de febrero de 1963. Las precipitaciones de aguanieve no resultan extrañas en el invierno coruñés, y son habituales las excursiones para "ver la nieve" cuando se acerca a pocos kilómetros. Sin...

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La Coruña era una fiesta bajo cero iluminada por los flashes de las cámaras. Al filo de la medianoche, las familias, alrededor del televisor y la estufa por lo inclemente del tiempo, aventuraron un vistazo al crudo exterior al acabar la película y quedaron sorprendidos al ver la ciudad cubierta de nieve. El espectáculo había tardado en producirse casi un cuarto de siglo.La última ocasión fue un día de febrero de 1963. Las precipitaciones de aguanieve no resultan extrañas en el invierno coruñés, y son habituales las excursiones para "ver la nieve" cuando se acerca a pocos kilómetros. Sin embargo, ver blanca la península varada en el Atlántico como un barco congelado era distinto. Los denuestos contra el clima se disolvieron ante lo que parecía un regalo navideño atrasado,

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Miles de personas salieron a la calle, abrigadas de urgencia. Sedicentes testigos presenciales afirman que incluso alguno en pijama.

Los niños, acuciados poco antes para dormirse de una vez, gozaron de amnistía temporal y salieron dispuestos con ardor a participar en un juego nuevo: las batallas de bolas de nieve.

Los de más edad recordaban la nevada de 1945 y que "así era todas las noches" en aquella Coruña alegre en que " se dormía una siesta después de cenar, para salir despejado". En la noche más hermosa de estos 24 años, hubo quien se acostó con el temor ilusionado de despertar y contemplar el mar helado, y otros, bastantes, y sobre todo los niños, con la intuición de que el día siguiente no sería normal.

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