Cartas al director

Apropiación indebida

Tras la exculpación de Jordi Pujol por la Audiencia Territorial respecto a la acusación de apropiación indebida, una resolución judicial sobre la que no hay nada que decir, pues en un Estado de Derecho las decisiones de los tribunales deben ser acatadas y respetadas, cabe hablar, sin embargo, de la manipulación política y sectaria de los efectos de dicho desenlace judicial. Ahí ha habido, por parte de Pujol y de algunos de sus partidarios, una apropiación indebida distinta de la tipificada por el Código Penal pero no menos reprobable: la apropiación indebida del nombre de Cataluña y de su pueb...

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Tras la exculpación de Jordi Pujol por la Audiencia Territorial respecto a la acusación de apropiación indebida, una resolución judicial sobre la que no hay nada que decir, pues en un Estado de Derecho las decisiones de los tribunales deben ser acatadas y respetadas, cabe hablar, sin embargo, de la manipulación política y sectaria de los efectos de dicho desenlace judicial. Ahí ha habido, por parte de Pujol y de algunos de sus partidarios, una apropiación indebida distinta de la tipificada por el Código Penal pero no menos reprobable: la apropiación indebida del nombre de Cataluña y de su pueblo identificándolos con su situación personal privada.Esta actuación es muy grave para el futuro político democrático de Cataluña, pues cuando los dirigentes políticos llegan al paroxismo de considerarse reencarnaciones como si fueran el pueblo, y ciertos sectores así lo admiten, tenemos servida la irracionalidad política colectiva, lo que es capaz de hacer saltar por los aires cualquier proyecto de futuro.

En la mente de todos está aún viva la. funesta experiencia de quienes llegaron a creerse que eran los elegidos para salvar las esencias patrias de los pueblos. Cuando eso ocurre, se empieza por inventar el enemigo ideal para, a continuación, levantar las compuertas de la intolerancia, el fanatismo y el odio contra aquella parte de la sociedad que sólo se siente ligada y comprometida con ella misma y rechaza cualquier tipo de jomeinismo.

Cataluña es más que la coyuntura actual. Desapareceremos todos nosotros, incluido el presidente de estos momentos, y como país continuará luchando en pos de sus libertades nacionales y de su destino político para lograr una sociedad moderna y civilizada, justa libre y sin opresión de clases. Por eso, nadie está legitimado para arrogarse su representación exclusiva si no quiere incurrir en una de las más abominables de las apropiaciones indebidas.-

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Militantes del PSC.

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