Los comerciantes instalados en la futura Filmoteca se niegan a irse

Los propietarios y empleados de los ocho puestos de venta adosados al edificio del cine Doré, en la calle de Santa Isabel, se oponen a dejar sus locales, tal y como se prevé en el proyecto de rehabilitación del cine para convertirle en sede de la Filmoteca Española."La propuesta que nos han hecho es miserable", asegura Pedro Martín, propietario de una de las carnicerías afectadas. "Han dejado caer que nos pagarían 80.000 pesetas por metro cuadrado y que nos darían facilidades para adquirir locales en la zona de Lavapiés. Eso es arruinarnos descaradamente".

Los establecimientos afectados...

Los propietarios y empleados de los ocho puestos de venta adosados al edificio del cine Doré, en la calle de Santa Isabel, se oponen a dejar sus locales, tal y como se prevé en el proyecto de rehabilitación del cine para convertirle en sede de la Filmoteca Española."La propuesta que nos han hecho es miserable", asegura Pedro Martín, propietario de una de las carnicerías afectadas. "Han dejado caer que nos pagarían 80.000 pesetas por metro cuadrado y que nos darían facilidades para adquirir locales en la zona de Lavapiés. Eso es arruinarnos descaradamente".

Los establecimientos afectados son cuatro carnicerías, tres pescaderías y una floristería, con una superficie entre 10 y 20 metros cuadrados. Pedro Martín, que habla en representación de los comerciantes, señala que' no acaba de entender la elección de este edificio como sede de la Filmoteca: "No ha habido reforma, como se dice, sino auténtica demolición interior. Además, ¿es que no vieron que las tiendas ya estaban aquí?".

Abierto en 1923, cerrado cuarenta años más tarde, el Doré, llamado popularmente Palacio de las Pipas, fue uno de los primeros cines de Madrid. En 1982 lo compró el Ayuntamiento por 40 millones a una empresa privada. Un año después firmaba un convenio por el que se cedía el edificio al Ministerio de Cultura para, una vez restaurado, dedicarlo a Filmoteca Española.

Según Carlos Sotos, responsable de las negociaciones por parte del Ministerio, los comerciantes recibieron varias ofertas tales como instalar sus negocios en locales cercanos en régimen de alquiler o de opción a compra, o recibir una compensación económica que podría oscilar entre 40.000 y 80.000 pesetas.