Fernández Ordóñez planteará a Thatcher la frustración en las negociaciones sobre Gibraltar

El ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, planteará esta semana a la primera ministra británica, Margaret Thatcher, la frustración española por el estancamiento de las negociaciones sobre Gibraltar. Según medios diplomáticos españoles, tal estancamiento se debe a la actitud obstruccionista de Londres, que impide avanzar en el tema básico de la Declaración de Bruselas, por la que los dos países se comprometieron a establecer un "proceso negociador a fin de solucionar todas sus diferencias sobre Gibraltar", incluidas "las cuestiones de soberanía".

España y el...

El ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, planteará esta semana a la primera ministra británica, Margaret Thatcher, la frustración española por el estancamiento de las negociaciones sobre Gibraltar. Según medios diplomáticos españoles, tal estancamiento se debe a la actitud obstruccionista de Londres, que impide avanzar en el tema básico de la Declaración de Bruselas, por la que los dos países se comprometieron a establecer un "proceso negociador a fin de solucionar todas sus diferencias sobre Gibraltar", incluidas "las cuestiones de soberanía".

España y el Reino Unido celebran mañana y el miércoles en Londres una nueva ronda negociadora sobre el histórico contencioso de Gibraltar en un ambiente de escaso optimismo por parte española, que entiende que el proceso negociador iniciado entre los dos países en noviembre de 1984 "se encuentra estancado, e incluso ha sufrido retrocesos". Mañana, día 13, el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, se entrevistará con su homólogo británico, sir Geoffrey Howe, y el miércoles día 14 será recibido por Margaret Thatcher.En medios diplomáticos. españoles no se oculta la frustración y el pesimismo que rodea esta nueva cumbre ministerial hispano-británica, la tercera que se celebra desde la Declaración de Bruselas de noviembe de 1984. En febrero de 1985 se celebró una primera reunión en Ginebra, en la que la parte británica solicitó que España entregara por escrito sus propuestas para recuperar la soberanía del Peñón, escrito que se envió a Londres pocas semanas después, y en el que se proponían dos tipos de solución al contencioso de Gibraltar: acordar un arrendamiento parecido al que tiene Hong Kong, o bien un condominio temporal entre España y el Reino Unido, con soberanía compartida.

Se agota el plazo

Pero Londres no ha dado ninguna respuesta a ese documento en los encuentros bilaterales celebrados desde entonces. Por parte española se considera que el plazo prudencial de espera "empieza ya a agotarse" y que "si en los próximos meses los británicos no ofrecen ninguna respuesta, el proceso negociador abierto en 1984 perdería su validez y habría que replantearse. otra alternativa".En medios oficiales españoles se insiste en que, a pesar de que el proceso negociador se inició hace dos años, desde entonces "prácticamente no se ha avanza do nada".

En los mismos medios diplomáticos españoles se reconoce el fracaso de la política hispana, por sugerencia de los británicos, de fomentar la cooperación con los gibraltareños como paso previo para entrar en aspectos de la soberanía. Pero los resultados no han sido alentadores.

En los casi dos años desde que se celebró la reunión de Bruselas, según la parte española, el único paso efectivo en torno a Gibraltar ha sido la apertura de la verja fronteriza y la libertad de tráfico entre España y la colonia británica, lo que ha repercutido favorablemente en una sola dirección: Gibraltar ha salido del aislamiento de más de 10 años con un boom turístico y económico que no tienen correspondencia a este lado de la frontera.

En la delegación española que viaja mañana a Londres figuran además de altos funcionarios diplomáticos, tres representantes del Campo de Gibraltar, el presidente de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, José Carracao; el alcalde de San Roque, Eduardo López Gil, y el alcalde de La Línea, Salvador Pagán.