Secuela del 92

Barcelona tendrá sus Juegos Olímpicos en 1992. Y cada año en esta ciudad se organiza una temporada de ópera de gran categoría y gracias a la cual el mundo operístico internacional sabe que existe un país llamado España.Sevilla tendrá su exposición universal en 1992. ¿Y la ópera? Grandes libretistas y músicos de todos los tiempos situaron la acción de sus obras en España. Pero Sevilla se lleva la palma. Nada menos que don Giovanni y Las bodas de Fígaro (Mozart), Fidelio (Beethoven), El barbero de Sevilla (Rossini), Cannen (Bizet)...

Barcelona tendrá sus Juegos Olímpicos en 1992. Y cada año en esta ciudad se organiza una temporada de ópera de gran categoría y gracias a la cual el mundo operístico internacional sabe que existe un país llamado España.Sevilla tendrá su exposición universal en 1992. ¿Y la ópera? Grandes libretistas y músicos de todos los tiempos situaron la acción de sus obras en España. Pero Sevilla se lleva la palma. Nada menos que don Giovanni y Las bodas de Fígaro (Mozart), Fidelio (Beethoven), El barbero de Sevilla (Rossini), Cannen (Bizet), La fuerza del destino (Verdi), La dueña (Prokofiev), por citar sólo los títulos más importantes, desarrollan su acción en la ciudad sevillana o sus alrededores.

La Expo 92 es una excelente oportunidad de reparar la deuda de esta ciudad con aquellas glorias del género operístico. Propongo a sus organizadores que entre los actos a celebrar se incluya un festival de ópera (¿Sevilla y la ópera?) con los títulos mencionados, y que tal evento quedase con carácter fijo, dándose ediciones sucesivas los años siguientes al famoso 1992. Sería una magnífica secuela de la exposición, que vendría a enriquecer el pobre panorama operístico español.-