Jacinto Sánchez vendió participaciones por un importe cinco veces superior a los décimos que llevaba

Jacinto Sánchez Zambrana se entregó a la policía el miércoles, tras ser acusado de un delito de estafa por vender en el barrio del Cristo, de Palencia, más participaciones del gordo de la lotería de Navidad que las correspondientes a los décimos por él adquiridos. Según la policía, Sánchez Zambrana, encargado del bar del centro, sociocultural del barrio, fue denunciado por el Banco Herrero al observar que el depositario había vendido participaciones por importe de al menos 120.000 pesetas, cuando en realidad en el banco sólo depositó décimos por importe de 25.000.

"Ya decía yo que los p...

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Jacinto Sánchez Zambrana se entregó a la policía el miércoles, tras ser acusado de un delito de estafa por vender en el barrio del Cristo, de Palencia, más participaciones del gordo de la lotería de Navidad que las correspondientes a los décimos por él adquiridos. Según la policía, Sánchez Zambrana, encargado del bar del centro, sociocultural del barrio, fue denunciado por el Banco Herrero al observar que el depositario había vendido participaciones por importe de al menos 120.000 pesetas, cuando en realidad en el banco sólo depositó décimos por importe de 25.000.

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"Ya decía yo que los pobres no podíamos tener tanta suerte"; éste es uno de los muchos comentarios que podían recoger' se en los numerosos corros de gente, que en la mañana del miércoles, se congregaban en las calles y bares del barrio del Cristo de Palencia, al conocerse la noticia de, que se habían vendido cinco veces más de las participaciones premiadas con el gordo de Navidad.Jacinto Sánchez Zambrana, de 34 años, había comprado 25.000 pesetas del número premiado con el gordo, el 3.772, en la administración número ocho de Palencia y, posteriormente, había depositado todos los décimos en la oficina principal del Banco Herrero de Palencia. Sin embargo, Sánchez Zambrana puso a la venta 300 papeletas de 500 pesetas, de las cuales, según confesiones del detenido a la policía, logró vender entre 230 y 240. José Pérez, un jubilado de 67 años, presidente del hogar de la tercera edad del barrio, ha manifestado: "Efectivamente, yo sellé un día un talonario de 100 papeletas, y otro día Jacinto me entregó otros dos talonarios que también sellé". "Sin embargo", añade el presidente de la asociación de jubilados, "en ningún momento presumimos que se vendían más participaciones que las realmente compradas".

El presunto estafador se encuentra desde primeras horas de la tarde del miércoles detenido en los calabozos de la comisaría de policía de Palencia, donde se entregó voluntariamente, después de mantener una larga conversación con un religioso, quien puso en conocimiento de la policía los deseosde Sánchez de entregarse a la justicia. Hoy comparecerá ante el juez.

Incredulidad

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Con incredulidad, tristeza y desconsuelo ha sido acogida la noticia entre los numerosos premiados. Julia Toledo, empleada de Autoservicio Mari, a quien le habían tocado unos cinco millones de pesetas, no sale, de su asombro al ver que no va a poder comprarse un coche que ya había visto con su marido. La mujer de Jacinto Sánchez, Mari Cruz Gómez, de 37 años, tiene tres hijos de 12, 10 y seis años. Esta mujer ha dicho que su marido durmió estas noches en casa, a pesar de las desavenencias conyugales que existen, y que en ningún momento le comentó que había vendido más papeletas que las que realmente correspondía, aunque anoche, al ver la cara de tristeza de su marido, supuso que algo raro pasaba.

Un parado, que tiene un hijo deficiente y a quien le habían tocado 10 millones de pesetas y cobra de pensión 24.000 pesetas al mes, mostraba su desconsuelo, pues pensaba ingresar el dinero a plazo fijo y así poder sacar a su familia adelante. Destaca que incluso la tristeza ha llegado a la gente del barrio que no había sido beneficiada con el gordo.

Los afectados realizaban gestiones ayer para buscar un abogado que se encargue del asunto. Hoy decidirán qué tipo de acciones legales han de emprender para recuperar el dinero del premio. Además de la indignación de los vecinos contra la actitud de Jacinto Sánchez, los afectados comentabah insistentemente que el Estado debería dar más garantías legales en la compra de participaciones de lotería.

Por otra parte, Manuel Matía Antolín, el almacenista de pescado que distribuyó el gordo en la localidad de Venta de Baños se reponía ayer de un infarto de miocardio que sufrió por la emoción del premio.

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