Cartas al director

El 'madrímetro'

La palabra metro viene del griego metron, que significa medida. Cronómetro o termómetro, por ejemplo, miden el tiempo o el calor. El madrímetro mide la movida madrileña. Yo me integro hacia las ocho de la mañana. En la línea 5, que es la mía, de cuando en cuando nos mueven a todos, nos dejan en la calle y nos devuelven las 50 pesetas por si compramos al jefe cacahuetes al hablarle del metro (por lo de la flexibilidad).Un fallo lo tiene cualquiera, pero lo apasionante es que viene ocurriendo con cierta frecuencia en los últimos meses. Casi todas las averías y ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La palabra metro viene del griego metron, que significa medida. Cronómetro o termómetro, por ejemplo, miden el tiempo o el calor. El madrímetro mide la movida madrileña. Yo me integro hacia las ocho de la mañana. En la línea 5, que es la mía, de cuando en cuando nos mueven a todos, nos dejan en la calle y nos devuelven las 50 pesetas por si compramos al jefe cacahuetes al hablarle del metro (por lo de la flexibilidad).Un fallo lo tiene cualquiera, pero lo apasionante es que viene ocurriendo con cierta frecuencia en los últimos meses. Casi todas las averías y retrasos son casuales, no faltaba más. Nadie sabe nada cuando te dan el billete, y suelen ocurrir a la misma hora.

El madrímetro mide también otros aspectos de la movida: el nivel europeo de los técnicos, su competencia informativa, su peso específico, su ética. Usted quedará informado inmediatamente del alcance de la avería y del nombre de pila del jefe de línea. Nunca necesitará auriculares para los chirridos. El día en que una escalera automática se pare será noticia en EL PAÍS. Todas las flechas indicadoras de movimiento hacia adelante apuntan hacia arriba, como en Europa. Prohibido fumar (o llevar el cigarro encendido, por si los listos) bajo multa de cinco pesetas. En Londres son más de 40.000 pesetas (pero es que allí el fumador está mejor pagado). Si usted quiere bajar deprisa, los lentos se colocan todos a la derecha, como indican las innumerables señales de convivencia ciudadana. En los cruces, déjese llevar, no tiene nada que adivinar. Las vallas publicitarias amenizan conotivos ecológicos, y no como en Melanesia. Nunca encontrará usted arena y colillas en Alonso Martínez. El aire siempre está vivo, y Christian Dior aquí no pasa de aficionado. Venga a comprobar el brillo de nuestra movida. Somos Europa...

Ahora, con los ordenadores, ya no hace falta fregar: todos los rincones son espejos. Los semblantes más orgullosos de su país los veo siempre en el metro. Vivimos en comunidad... He oído que lo van a subir otra vez: el nivel europeo se paga. El madrímetro es la medida de Madrid.- Pedro Mendoza.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En