Infierno y paraíso
Es inexplicable que el diario EL PAÍS mande como enviado especial a otro contra dentro de ese glorioso suelo de Nicaragua y de Rubén, para salir a destilar insidias y naderías que solamente inspiran lástima hacia quien las profiere.Y hace sonreír, además, la ironía de dejar expuesto en la columna de la página 2 del día 9 de noviembre que allí no hay otro anodino que el propio señor José Comas, quien, muy liviano de pluma y tinta chirle él, se permite colgar tal epíteto nada menos que al heroico comandante revolucionario Daniel Ortega. ¡Viva la gesta nicaragüense!-...
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Es inexplicable que el diario EL PAÍS mande como enviado especial a otro contra dentro de ese glorioso suelo de Nicaragua y de Rubén, para salir a destilar insidias y naderías que solamente inspiran lástima hacia quien las profiere.Y hace sonreír, además, la ironía de dejar expuesto en la columna de la página 2 del día 9 de noviembre que allí no hay otro anodino que el propio señor José Comas, quien, muy liviano de pluma y tinta chirle él, se permite colgar tal epíteto nada menos que al heroico comandante revolucionario Daniel Ortega. ¡Viva la gesta nicaragüense!-