Barcelona y Sevilla quieren olvidar en 1992 su enfrentamiento de 1929

Los alcaldes de Barcelona y Sevilla, los socialistas Pasqual Maragall y Manuel del Valle, respectivamente, iniciaron ayer en la capital andaluza una serie de contactos para coordinar sus acciones con vistas a los acontecimientos que ambas ciudades albergarán en 1992: los Juegos Olímpicos y la exposición universal. Los dos alcaldes pretenden que tales hechos sirvan para "olvidar la desgraciada experiencia de 1929".

En aquel año, las dos ciudades se enfrentaron con sendas exposiciones: Universal de Ingeniería la barcelonesa e Iberoamericana la de Sevilla.

La visita del alcalde de B...

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Los alcaldes de Barcelona y Sevilla, los socialistas Pasqual Maragall y Manuel del Valle, respectivamente, iniciaron ayer en la capital andaluza una serie de contactos para coordinar sus acciones con vistas a los acontecimientos que ambas ciudades albergarán en 1992: los Juegos Olímpicos y la exposición universal. Los dos alcaldes pretenden que tales hechos sirvan para "olvidar la desgraciada experiencia de 1929".

En aquel año, las dos ciudades se enfrentaron con sendas exposiciones: Universal de Ingeniería la barcelonesa e Iberoamericana la de Sevilla.

La visita del alcalde de Barcelona a Sevilla se produce días después de que el presidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla, se entrevistase con Pasqual Maragall para proponerle fórmulas de financiación conjunta por parte del Estado para los Juegos Olímpicos y la Exposición Universal de Sevilla.

A la entrevista de Maragall con Del Valle se sumaron el comisario de la exposición de 1992, Manuel Olivencia, y el secretario de Estado para la Cooperación Internacional, Luis Yáñez. Este contacto pretende disipar los temores surgidos en ambientes empresariales y de opinión sevillanos respecto a que la designación de Barcelona como sede olímpica repercutiría negativamente en la muestra sevillana.

Manuel del Valle explicó que no cabe este temor porque "el Gobierno acoge los dos proyectos como suyos y se compromete a financiarlos". El alcalde admitió, no obstante, que, si los Juegos se venden solos, "es necesario publicitar la ciudad sede de la Expo 92". La colaboración se inicia con un compromiso de hermanamiento entre las dos ciudades y se verá reforzado con una exposición en Barcelona sobre Andalucía, prevista para abril de 1987 con el lema Del 29 al 92.

Los acuerdos formales entre los dos grandes proyectos no podrán abordarse con posibilidades de concreción, al menos hasta enero de 1987, según advirtió Maragall. Para primeros de año, estarán ya decididos tanto la composición del Comité Organizador de Barcelona 92 (COB 92) como su forma jurídica.

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La entrevista de ayer abre una línea caliente para que "una ciudad no juegue sucio con la otra a la hora de apropiarse de financiaciones", dijo Del Valle. Maragall señaló que los JJ 00 son "un niño con un pan bajo el brazo, pero primero viene el crío y luego el pan". "Más que inversiones del Estado", dijo, "necesitan [los Juegos] ingresos estatales para caminar hasta que el comité organizador disponga de ingresos propios".

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