Los militares de la UMD podrán incorporarse al Ejército con el grado que les correspondería ahora

El Consejo de Ministros enviará a las Cortes antes de un mes -probablemente la próxima semana- el proyecto de ley para determinar una solución definitiva al problema de los nueve militares que en 1976 fueron expulsados de las Fuerzas Armadas por pertenecer a la Unión Militar Democrática (UMD), según fuentes gubernamentales. El proyecto prevé la eliminación de las penas accesorias -la expulsión- con que fueron condenados los miembros de la UMD, por lo que éstos podrán reingresar en las Fuerzas Armadas con el grado que ahora tendrían de haber continuado en activo.

El contenido del proyect...

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El Consejo de Ministros enviará a las Cortes antes de un mes -probablemente la próxima semana- el proyecto de ley para determinar una solución definitiva al problema de los nueve militares que en 1976 fueron expulsados de las Fuerzas Armadas por pertenecer a la Unión Militar Democrática (UMD), según fuentes gubernamentales. El proyecto prevé la eliminación de las penas accesorias -la expulsión- con que fueron condenados los miembros de la UMD, por lo que éstos podrán reingresar en las Fuerzas Armadas con el grado que ahora tendrían de haber continuado en activo.

El contenido del proyecto de ley, que ya está concluido, se corresponde con las exigencias expresadas en los últimos años por los militares de la UMD, que crearon esta organización en los últimos años del régimen franquista para defender la apertura de vías que favorecieran el paso a un régimen democrático en España. Sin embargo, ninguno de los nueve afectados asegura estar dispuesto ahora a reingresar en las Fuerzas Armadas. Por el contrario, la mayoría de los consultados indica que desean una satisfacción moral plena, pero que no volverán a los ejércitos porque ya tienen su vida laboral encaminada por otros derroteros y porque han perdido ya demasiados años de actividad militar profesional.Del comandante Luis Otero, considerado una de las principales figuras de la UMD. se aseguraba que deseaba reingresar en el Ejército. Otero, que desde hace años es responsable del servicio de informática de la Sociedad. General de Autores, ha comentado recientemente que, hace cinco años, "sin ninguna duda" se hubiera reincorporado a las Fuerzas Armadas. "Pero ahora habría que pensarlo... Es mucho más incierto. Ya veremos", señaló.

Con el proyecto gubernamental, a los militares de la UMD se les aplicará en toda su extensión la amnistía política decretada por el Gobierno en 1977. La legislación castrense -tanto la anterior como la vigente- señala que las amnistías o indultos no alcanzarán a las penas accesorias de expulsión de los ejércitos, y ése fue el motivo por elque los miembros de la UMD fueron amnistiados de las penas de prisión dictadas contra ellos, pero no de las penas de pérdida de empleo, fijadas para los nueve oficiales condenados a más de tres años y 1 un día de prisión. Por el mismo motivo, ahora es necesaria la aprobación de una ley para lograr la amnistía plena.

Cobrarán el salario íntegro

Una vez aprobado el proyecto legislativo, Luis Otero, por ejemplo, obtendrá automáticamente el empleo de coronel, que es el que le correspondería hoy de haber continuado en activo. El capitán José Ignacio Domínguez sería comandante. A partir de ese momento, los militares expulsados en 1976 tendrán tres opciones, y el proyecto señala una serie de condiciones muy favorables para que los afectados puedan elegir cualquiera de ellas: reingresar en las Fuerzas Armadas, solicitar el retiro o pasar a la denominada reserva transitoria.La última opción es la más favorable económicamente, ya que en ésa situación los miembros de la UMD cobrarían íntegramente sus salarios correspondientes a los grados actualizados, sin permanecer activamente en los ejércitos y sin tener que abandonar sus actuales trabajos. En caso de reingresar en las Fuerzas Armadas, cobrarían prácticamente lo mismo, pero tendrían que abandonar sus actuales trabajos, y en caso de pasar al retiro, percibirían un porcentaje de sus salarios.

El envío a las Cortes del proyecto legislativo está previsto que se realice una o dos semanas antes de que el Ejecutivo apruebe el relevo de los actuales cuatro miembros de la Junta de Jefes de Estado Mayor (JUJEM). Desde distintos ámbitos políticos se ha insistido en varias ocasiones en que el Gobierno no adoptaba una solución definitiva para la UMD por la oposición que existía en el seno de la actual JUJEM, y concretamente por parte del jefe del Estado Mayor del Ejércíto, José María Sáenz de Tejada.

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Los militares apartados de los ejércitos en 1976 por pertenecer a la UMD son el comandante Luis Otero y los capitanes Fermín Ibarra, Restituto Valero, Manuel Fernández Lago, Jesús Martín Consuegra, José Fortes Bouza, Fernando Reinlein, José Ignacio Domínguez y Antonio Herreros. Todos ellos están cobrando al menos el 80% de su salario correspondiente al retiro, ya que, de acuerdo con la legislación castrense, a los condenados, expulsados o no de los ejércitos, les corresponde el derecho a seguir percibiendo los haberes pasivos, es decir, los del retiro.

El caso de los alféreces

De otro lado, en círculos gubernamentales también se estudia una posible solución definitiva para el caso de cuatro alféreces cadetes alumnos de la Academia de Infantería de Toledo que en julio de 1973 fueron expulsados del centro bajo "acusaciones", entre otras, de leer revistas como Triunfo o Cuadernos para el Diálogo, desear un cambio de las estructuras económicas y sociales de España, mantener contactos y conversaciones con universitarios, haber tenido una crisis religiosa o permitir el tuteo con soldados en horas de descanso.Recientemente, y tras sentencias judiciales de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo, el Ministerio de Defensa ha reconocido a los cuatro afectados el grado de alféreces retirados, si bien, según Faustino Canga, uno de los expulsados, ninguno de los cuatro tiene o ha tenido derecho a compensaciones salariales.

Los alféreces, según Canga, piden también poder reingresar en el Ejército con el grado que ahora les correspondería, si bien en Defensa recuerdan, en su contra, que no eran militares profesionales, sino alumnos cadetes.

Rehaciendo sus vidas

Con mayor o menor fortuna en cada caso, los nueve militares de la UMD apartados en 1976 de los ejércitos y los cuatro alféreces expulsados tres años antes de la Academia de Toledo han tenido que rehacer sus vidas en el ámbito civil. En los primeros años tras las expulsiones, las dificultades surgieron porque en muchos círculos se les consideró marcados -a los alféreces incluso se les negó el certiflicado de buena conducta obligatorio para conseguir un trabajo-, pero, posteriormente, otros contaron con políticos a la hora de resolver su situación.En la actualidad, Luis Otero es responsable de informática de la Sociedad General de Autores; Fernando Reinlein, redactor-jefe de Diario 16; José Ignacio Domínguez, piloto de Iberia, Fermín Ibarra, jefe de informática del Ayuntamiento de Madrid, y José Fortes, director de un instituto de enseñanza media en Pontevedra.

Peor suerte

Quienes han tenido peor suerte han sido Restituto Valero, que ha pasado importantes dificultades económicas y desde hace meses está en Venezuela dedicado a diversos negocios de importación y exportación; Manuel Fernández Lago es abogado y cerraron la empresa en la que trabajaba; Jesús Martín Consuegra es jefe de personal de una empresa, y Antonio Herreros trabajaba en una empresa familiar que ahora se encuentra con problemas derivados de la ley de incompatibilidades.

En cuanto a los alféreces, Francisco García García es maestro nacional en Ribeiro (La Coruña); Juan Vázquez Ruiz trabaja como controlador en la refinería de Cepsa en Cádiz; Faustino Canga está empleado en un banco en Oviedo, y Mario Fallos, que sufrió un grave accidente de circulación con secuelas físicas permanentes, vive en Valencia y atraviesa graves dificultades económicas derivadas de que la única pensión que percibe es de unas 13.000 pesetas.

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