Cartas al director

Fiesta en Fuenlabrada

Existen algunas ocasiones en que las personas podemos sentirnos avergonzadas de pertenecer a nuestra propia especie.Leyendo la información publicada en su diario de fecha 19 de septiembre de 1986 acerca de los encierros en la madrileña ciudad de Fuenlabrada, no he podido dejar de cuestionar la racionalidad del ser humano. Es evidente que constituimos la única especie del reino animal que es capaz de matar por placer, por diversión, por espectáculo. La racionalidad que, simplemente por el hecho de ser personas, se nos supone, queda claramente en entredicho.

Y si esto que afirmo no...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Existen algunas ocasiones en que las personas podemos sentirnos avergonzadas de pertenecer a nuestra propia especie.Leyendo la información publicada en su diario de fecha 19 de septiembre de 1986 acerca de los encierros en la madrileña ciudad de Fuenlabrada, no he podido dejar de cuestionar la racionalidad del ser humano. Es evidente que constituimos la única especie del reino animal que es capaz de matar por placer, por diversión, por espectáculo. La racionalidad que, simplemente por el hecho de ser personas, se nos supone, queda claramente en entredicho.

Y si esto que afirmo no es cierto, ¿podría explicarme alguna de las personas que han participado en esa salvajada qué es lo que sienten torturando a un ser vivo, regodeándose con su sangre y su muerte inútil con todas las agravantes y, por si fuera poco, de la forma más cobarde? ¿Podría el alcalde de esa ciudad explicar por qué consiente estos actos? Yo siempre pensé que las distintas administraciones deben luchar por mejorar la calidad de vida, pero ¿de qué calidad de vida hablamos en este país?

Más información
Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Desde luego, hay que compadecer a los pobres ciudadanos de Fuenlabrada, porque "desde que están los socialistas en el poder apenas se maltrata a los animales. Quizá quienes piensan esto echan de menos un sistema político que les permita desfogarse mediante la tortura y la muerte, en su caso de animales.

La diversión que estas personas encuentran en la tortura y la muerte es para mí y para muchas otras personas un motivo más de vergúenza por nuestra pertenencia al género humano.-

Archivado En