Cartas al director

La máquina dice no

Es conveniente que los lectores de su periódico sepan que los usuarios de los cajeros automáticos estamos expuestos a sufrir situaciones mucho más enojosas que las incomodidades derivadas de que "la máquina diga no".El día 18 del pasado mes de abril acudí por la tarde a un cajero automático situado en la central del Banco de Santander en Algeciras, con la intención de retirar 20.000 pesetas que necesitaba ese mismo día. Utilizando mi tarjeta 4B, emitida por dicho banco, realicé todas las operaciones preliminares, tecleé el importe, y después de varios minutos de espera observé con asombro cómo...

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Es conveniente que los lectores de su periódico sepan que los usuarios de los cajeros automáticos estamos expuestos a sufrir situaciones mucho más enojosas que las incomodidades derivadas de que "la máquina diga no".El día 18 del pasado mes de abril acudí por la tarde a un cajero automático situado en la central del Banco de Santander en Algeciras, con la intención de retirar 20.000 pesetas que necesitaba ese mismo día. Utilizando mi tarjeta 4B, emitida por dicho banco, realicé todas las operaciones preliminares, tecleé el importe, y después de varios minutos de espera observé con asombro cómo la máquina cerraba su cristal protector, no me entregaba la cantidad solicitada y además se quedaba con mi tarjeta. A pesar de ello, el banco, a los pocos días, me pasa un cargo por la citada cantidad, y aquí comienza una larga y fatigosa serie de visitas a la oficina con el fin de recuperar el dinero que tan automáticamente me había sido escamoteado.

Escribo esta carta a mediados de septiembre, y hasta ahora no he conseguido que el banco rectifique su error y me reembolse las 20.000 pesetas. Le aseguro que el tiempo y las energías empleadas durante estos cinco meses que dura ya el hasta ahora frustrado intento de recuperación anulan por completo y con creces las ventajas del cajero automático. Esto le hace a uno añorar las colas.-

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