Cartas al director

Atentado ecológico

España arde por los cuatro costados, la desertización y la erosión avanzan cada vez más aceleradamente y todo el mundo conviene en la necesidad de preservar los escasísimos espacios forestales que aún sobreviven en nuestro suelo. Pues bien, en mi buzón aparece un folleto publicitario que me ofrece parcelas y chalés en "un fantástico bosque de encinas", en la urbanización La Beltraneja. Me traslado al lugar indicado en la propaganda y descubro que, efectivamente, en lo que era un encinar en muy buenas condiciones y gran vitalidad se está produciendo un auténtico destrozo con máquinas que descua...

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España arde por los cuatro costados, la desertización y la erosión avanzan cada vez más aceleradamente y todo el mundo conviene en la necesidad de preservar los escasísimos espacios forestales que aún sobreviven en nuestro suelo. Pues bien, en mi buzón aparece un folleto publicitario que me ofrece parcelas y chalés en "un fantástico bosque de encinas", en la urbanización La Beltraneja. Me traslado al lugar indicado en la propaganda y descubro que, efectivamente, en lo que era un encinar en muy buenas condiciones y gran vitalidad se está produciendo un auténtico destrozo con máquinas que descuajan los árboles y los sustituyen por hormigón y casas de fin de semana. Lo peor de todo es que semejante atentado contra el medio goza de los preceptivos permisos por parte de la Delegación Provincial de Guadalajara del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, que, paradójicamente, otorga un interés especial a la zona señalándola con el rótulo de "montes de encinas" en el mapa oficial de carreteras (página 22, carretera N-II, entre Guadalajara y Alcolea del Pinar).¡Curioso el espíritu cívico de los promotores de la urbanización y valiente defensa del patrimonio natural por parte del Estado!-

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