Argelia se acerca a los países moderados del África negra

El presidente argelino, Chadli Benyedid, ha dado un nuevo paso en su política aperturista, no exenta de oposición por parte del sector duro del Frente de Liberación, Nacional (FLN), y ha iniciado un acercamiento a los países moderados del África negra, algunos de los cuales han optado recientemente por restablecer relaciones diplomáticas con Israel, como son Costa de Marfil y Camerún. Diferentes observadores ven en este gesto de Benyedid un intento de diversificar la política exterior de Argelia, hasta ahora anclada en el tercermundismo radical.

Benyedid no viajó a finales de julio ...

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El presidente argelino, Chadli Benyedid, ha dado un nuevo paso en su política aperturista, no exenta de oposición por parte del sector duro del Frente de Liberación, Nacional (FLN), y ha iniciado un acercamiento a los países moderados del África negra, algunos de los cuales han optado recientemente por restablecer relaciones diplomáticas con Israel, como son Costa de Marfil y Camerún. Diferentes observadores ven en este gesto de Benyedid un intento de diversificar la política exterior de Argelia, hasta ahora anclada en el tercermundismo radical.

Benyedid no viajó a finales de julio a Addis Abeba, capital etíope, para asistir a la cumbre anual de la Organización para la Unidad Africana (OUA) por hallarse aún convaleciente de su enfermedad, pero sí lo ha hecho a Harare con motivo de la conferencia del Movimiento de Países No Alineados. En Zimbabue ha quedado confirmado cuáles son sus propósitos aperturistas, primero al mantener una entrevista con el primer ministro de Zaire, Kengo Wa Dongo, y después al concertar con el jefe del Estado, gabonés Omar Bongo, un encuentro en Libreville, donde hizo escala a su regreso a Argel.

Esto se completa con un reciente mensaje enviado a Argel por el presidente camerunés, Paul Biya, país que visitó recientemente el jefe del Gobierno israelí, Simón Peres, y que consistió en un traslado de votos al presidente Benyedid, cuya reseña fue publicada en El Mudjahid, portavoz oficial de¡ FLN y otrora plataforma de ataques virulentos precisamente contra este tipo de países, algunos de los cuales, como Zaire y Gabán, se han mantenido siempre junto a Rabat en el conflicto sahariano.

Descarga ideológica

Los observadores ven en este nuevo paso del presidente argelino un afianzamiento de sus intenciones de descargar ideológicamente al país, tanto de cara al interior como al exterior, y situarlo en una posición de política realista ante el panorama mundial. Para ello, Benyedid no sólo cuenta con sus poderes personales como jefe del Estado, siempre vigilado por los varones del ala dura del FLN, sino con un texto jurídico, la nueva Carta Nacional, que aunque ambigua y tímida en su redacción en todo lo que favorece la reforma, le permite, no obstante, dar pasos, lentos pero decisivos, en este sentido.El proceso que vive Argelia, que precisamente ha tenido como huésped estos días al secretario adjunto de Defensa norteamericano, Richard Armitage, está marcado por la crisis económica. Además de la voluntad política de Benyedid de abrir nuevos cauces de cooperación (algunos observadores no excluyen que pronto ocurran sorpresas de este tipo con otros países generalmente catalogados como enemigos), el ingrediente económico no es ajeno a sus pasos. En relación a esto se asegura que en sus conversaciones con Bongo, Benyedid ha buscado fórmulas para intentar introducir sus productos siderúrgicos y manufacturados en este área política de África, generalmente abastecida por Europa, en un momento en que su país vive con preocupación la baja de los precios del gas y el petróleo, sus principales recursos de exportación.

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