Un grupo de mujeres corta el tráfico a diario para pedir mejores viviendas

"Vamos a protestar todos los días un ratito hasta que nos hagan caso", dicen las 25 mujeres que el martes a las siete de la tarde cortaron el tráfico dé la calle de Francisco Villaespesa (Ciudad Lineal) para reivindicar unas viviendas dignas que sustituyan a las chabolas en que viven, situadas en la prolongación de la avenida del Marqués de Corbera.

Algunos de los vecinos de este barrio, llamado de Bilbao, se quejan de que han echado instancias desde hace 10 años solicitando pisos y que el Ayuntamiento no les ha escuchado. La humedad, las ratas, las cucarachas y el frío son los prin...

"Vamos a protestar todos los días un ratito hasta que nos hagan caso", dicen las 25 mujeres que el martes a las siete de la tarde cortaron el tráfico dé la calle de Francisco Villaespesa (Ciudad Lineal) para reivindicar unas viviendas dignas que sustituyan a las chabolas en que viven, situadas en la prolongación de la avenida del Marqués de Corbera.

Algunos de los vecinos de este barrio, llamado de Bilbao, se quejan de que han echado instancias desde hace 10 años solicitando pisos y que el Ayuntamiento no les ha escuchado. La humedad, las ratas, las cucarachas y el frío son los principales problemas para quienes viven en estas casas bajas, de unos 60 años de antigüedad, y sin agua corriente muchas de ellas. Los patios se inundan a menudo y las alcantarillas suelen atascarse. Carmen Fraga cuenta que el pasado lunes, cuando fue a levantar a su hija de la cama, se encontró dos ratas entre las sábanas.

Carmen Deza vive con su marido y su hijo de cuatro años en una habitación de 10 metros cuadrados, con televisión pero sin ventilación ni lavabo ni retrete.

Victorino Granizo, presidente de la Junta de distrito de Ciudad Lineal, indica que el barrio antiguo de Bilbao, donde viven alrededor de dos centenares de familias, está incluido en el Plan General de Ordenación Urbana. "Antes de 1990 se habrá dado una salida a estas infraviviendas, creando un área de equipamientos necesarios para la zona". Y añade: "Aparte de los auténticos vecinos del barrio, que son a los que debemos atender, hay otros que se han metido en estas casas para conseguir después pisos. Son gente que vienen al olor del sistema. Es una fórmula de tener acceso a viviendas que está fuera del orden y que no podemos permitir. Mucho me temo que sean ellos los que hayan promovido estas protestas".