La policía se incauta en un descampado de Móstoles del mayor fijo de heroína intervenido en España

La policía madrileña ha intervenido en un descampado de Móstoles (Madrid) el mayor alijo de heroína 17,5 kilos- descubierto en España y cuyo valor en el mercado se estima no inferior a unos 800 millones de pesetas. Tres irames, supuestamente pertenecientes a la mafia iraní de¡ tráfico de drogas, según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid, han sido detenidos como responsables de este depósito de estupefacientes, enterrado en un montículo.



El pasado (lía 25 de agosto), la comisaría de Móstoles (Madrid) recibió una información confidencial sobre la mafia ir...

La policía madrileña ha intervenido en un descampado de Móstoles (Madrid) el mayor alijo de heroína 17,5 kilos- descubierto en España y cuyo valor en el mercado se estima no inferior a unos 800 millones de pesetas. Tres irames, supuestamente pertenecientes a la mafia iraní de¡ tráfico de drogas, según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid, han sido detenidos como responsables de este depósito de estupefacientes, enterrado en un montículo.

El pasado (lía 25 de agosto), la comisaría de Móstoles (Madrid) recibió una información confidencial sobre la mafia iraní que controla parte del tráfico de drogas en la región madrileña. Agentes de esta comisaría y, de la Sección de Estupefacientes de la Brigada de Policía Judicial realizaron de inmediato una serie de investigaciones que llevaron al hallazgo de 17,5 kilos de heroína brown sugar enterrados en un descampado de dicho municipio, a unos 100 metros del kilómetro 22 de la carretera de Extremadura, frente a una bifurcación de viales en la circunvalación del pueblo.

El desenterramiento se hizo por la tarde, por funcionarios desplazados a este punto en una furgoneta y un coche policial, tras, una inspección ocular en la base de un talud. de tierra arenosa que indicó la zona más blanda y con aspecto de haber sido movida. Allí se encontraron 99 paquetes de heroína brown sugar y, en la cúspide del cerro, un subfusil del calibre 22 marca ArmyJager Loano Italy, modelo AP-7, seis cajas de cartuchos del mismo calibre, un silenciador para este arma y una balanza de precisión.

Los investigadores -según las mismas fuentes- dirigieron sus pesquisas hacia los grupos de iraníes sospechosos de tráfico de drogas en Madrid, debido a que este tipo de depósitos en parajes solitarios es habitual en su comportamiento. El citado procedimiento permite extraer pequeñas cantidades para la venta, de forma que, en el caso de una detención, puedan ser justificadas como destinadas al consumo propio. Por otra parte, y en apoyo de la misma hipótesis, la policía seguía desde 1984 la pista de varios iraníes que habían vivido en Móstoles, considerados como traficantes de drogas.

Un dispositivo de vigilancia móvil se centró en torno al lugar donde había estado oculto el azúcar moreno, y cuatro días más tarde, el pasado viernes, día 29, a las 19.30 horas, una patrulla de Seguridad Ciudadana avistó un vehículo BMW, con matrícula turística, aparcado en el arcén de la carretera, enfrente del escondite de la droga. Tres hombres examinaban la zona: uno, la base de la pequeña loma, y los otros , dos, la cima. Los tres hombres fueron detenidos en el acto por los agentes del, coche patrulla. Aquéllos no ofrecieron resistencia y, desde ese instante, se negaron a prestar declaración.

Saded Jafar Mulek Mirabdolbaghí poseía un permiso de conducir a su nombre. Los otros dos no llevaban documentación, pero su identidad se estableció en seguida ya que se trataba de dos sospechos de formar parte de la mafia iraní de la droga, vigilados desde febrero de 1984. Entonces residían en Móstoles y salían con frecuencia a las afueras del pueblo, acompañados, de un perro doberman, y últimamente en Madrid. Son Mustafa Is Wajli y Hassan Seavardy.

Pisos alquilados

La policía conocía el nuevo domicilio de estos en un piso alquilado en la calle de Luis Cabrera, número 58, en el distrito de Chamartín. Aquí se intervinieron 24 gramos de heroína, rollos de cinta adhesiva y papel similar al que servía de envoltorio de la droga enterrada, dos revistas de las que faltaban varías hojas -las que recubrían la droga en el depósito del descampado-, una pala con restos de tierra, un documento de identidad portugués falso, talones bancarios y dos libretas de ahorro con un saldo de 120.000 pesetas.

En el domicilio de Saded Jafar, otro piso alquilado en la calle de Mateo Inurria, número 22, la policía intervino otros documentos bancarios con movimiento de cuentas por importe de varios millones de, pesetas, sin justificación legal.