Cartas al director

Seis meses sin luz

El pasado julio, un grupo de amigos estuvimos por tierras leonesas visitando los Ancares. Allí, en el límite con Galicia, existe un pueblín llamado Balouta, donde todavía se conservan y son utilizadas las llamadas pallozas, mitad vivienda y mitad establo. Hasta hace muy poco no tenía ni la pequeña carretera que ahora lo hace accesible, y la, luz les llegó, según nos dijeron, hace media docena de años, aproximadamente.Según íbamos acercándonos vimos que los postes de conducción eléctrica (unos trípodes metálicos) estaban doblados y los cables rotos; en el pueblo nos informaron que hacía seis me...

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El pasado julio, un grupo de amigos estuvimos por tierras leonesas visitando los Ancares. Allí, en el límite con Galicia, existe un pueblín llamado Balouta, donde todavía se conservan y son utilizadas las llamadas pallozas, mitad vivienda y mitad establo. Hasta hace muy poco no tenía ni la pequeña carretera que ahora lo hace accesible, y la, luz les llegó, según nos dijeron, hace media docena de años, aproximadamente.Según íbamos acercándonos vimos que los postes de conducción eléctrica (unos trípodes metálicos) estaban doblados y los cables rotos; en el pueblo nos informaron que hacía seis meses una tormenta de nieve y viento se había llevado la instalación. La compañía de la que depende el suministro de luz a Balouta es Fenosa; estos señores habían aparecido por allí en la primavera y no habían vuelto a saber de ellos.

Se supone que una instalación técnicamente adecuada a a las exigencias del clima y del terreno no la consideran rentable los que tienen la obligación de dar este servicio.

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