Liberadas las monjas católicas secuestradas en Filipinas

Diez monjas carmelitas filipinas secuestradas la semana pasada fueron liberadas ayer. Un misionero protestante estadounidense, también secuestrado, continúa, en cambio, en poder de sus captores. Las carmelitas, a las que una treintena de hombres armados -supuestos guerrilleros musulmanes- había sacado el pasado 11 de julio de un convento cercano a la ciudad de Marawi, en la isla meridional de Mindanao, fueron liberadas en Lumba Yanagi, a unos 45 kilómetros del lugar del secuestro.

En Marawi residía también el misionero baptista norteamericano Brian Lawrence, que el 12 de julio fue secue...

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Diez monjas carmelitas filipinas secuestradas la semana pasada fueron liberadas ayer. Un misionero protestante estadounidense, también secuestrado, continúa, en cambio, en poder de sus captores. Las carmelitas, a las que una treintena de hombres armados -supuestos guerrilleros musulmanes- había sacado el pasado 11 de julio de un convento cercano a la ciudad de Marawi, en la isla meridional de Mindanao, fueron liberadas en Lumba Yanagi, a unos 45 kilómetros del lugar del secuestro.

En Marawi residía también el misionero baptista norteamericano Brian Lawrence, que el 12 de julio fue secuestrado en un apartamento que ocupaba, junto con su esposa, en el campus de la universidad. Las autoridades locales desconocen el actual paradero de Lawrence, aunque confían en que también él será liberado próximamente.En ambos secuestros hay versiones contradictorias sobre la identidad de los autores y sobre las condiciones que éstos impusieron para la liberación de sus rehenes.

El portavoz del Ministerio de Defensa, que comunicó ayer la puesta en libertad de las monjas carmelitas, basándose en el informe del comandante regional de la zona, general Rodrigo Gutang, afirmó que el Gobierno no pagó ningún rescate. Sin embargo, la agencia PNA transmitió desde Marawi declaraciones de la dirigente musulmana Tarhata Lucman, quien afirmó que medió en el secuestro y que entregó la cantidad de 200.000 pesos (1,3 millones de pesetas), amén de armas, para conseguir la liberación de las religiosas.

En ambos casos, los secuestradores afirmaron pertenecer a la guerrilla musulmana, que lucha por la independencia de Mindanao, pero hay indicios que apuntan a su posible pertenencia a algunos de los ejércitos privados al servicio de políticos locales.

La madre superiora, Madeleine Ledesma, declaró a la Prensa que fueron muy bien tratadas durante su cautiverio y que sus guardianas se identificaron como miembros del Frente Nacional de Liberación, Moro (FNLM). El reverendo Lawrence, por su parte, en una cinta grabada que pudo hacer llegar el miércoles a las autoridades universitarias de Marawi, dijo que sus captores afirman pertenecer a un grupo revolucionario que lucha por la independencia de las zonas musulmanas del sur de Filipinas.

Sin embargo, en el Consejo de Ministros celebrado el miércoles en Manila, el titular de Asuntos Musulmanes, Candu Muarip, expresó la sospecha de que los autores de ambos secuestros pertenecen a grupos armados "que son explotados por algunos políticos para su propia promoción pública".

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A ese respecto, no se descarta la posibilidad de que los captores de Lawrence sean los mismos que secuestraron el pasado 4 de junio en Marawi al misionero francés Michel de Gigord y que se supone son miembros del llamado grupo Barracuda, que dirige Ismael Dimaporo, sobrino de Alí Dimaporo. Dimaporo, antiguo aliado de Marcos y que tiene a su disposición un ejército privado, fue depuesto por el Gobierno de Corazón Aquino de su cargo de gobernador de Lanao del Sur y presidente de la universidad de Mindanao.

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