Director general sorprendido

En la página 1 del cuadernillo de Educación de EL PAÍS del 1 de julío se menciona la sorpresa que mostró el director general de Alta Inspección y Coordinación del MEC, don Joan Romero, ante la afirmación de que en las solicitudes de admisión de nuevos alumnos de BUP en los colegios se estaban exigiendo a los padres la declaración de la reenta.Las cosas se están haciendo tan mal que no sé si el señor Romero no se entera debido a lo mal que funcionan o si funcionan mal porque él no se entera, pero adjunto copia de las condiciones para la presentación de solicitud en un instituto, donde, como pue...

En la página 1 del cuadernillo de Educación de EL PAÍS del 1 de julío se menciona la sorpresa que mostró el director general de Alta Inspección y Coordinación del MEC, don Joan Romero, ante la afirmación de que en las solicitudes de admisión de nuevos alumnos de BUP en los colegios se estaban exigiendo a los padres la declaración de la reenta.Las cosas se están haciendo tan mal que no sé si el señor Romero no se entera debido a lo mal que funcionan o si funcionan mal porque él no se entera, pero adjunto copia de las condiciones para la presentación de solicitud en un instituto, donde, como puede ver, se exigía copia de la declaración de la renta del año 1985. Si considera que el plazo de presentación de solicitudes terminaba el 5 de junio, se comprobará que el instituto endurecía las condiciones de la mismísima Hacienda, ya que el plazo para entregar la declaración de la renta del año 1985 finalizaba el 5 de julio, con lo cual para solicitar plaza en el instituto había que pagar los impuestos un mes antes de lo exigido por el Gobierno.

Al comentar en el mismo artículo, unas líneas más adelante, la situación de falta de plazas para estos nuevos alumnos de BUP, el señor Romero afirma que "los problemas han podido resolverse duplicando el turno de los institutos o habilitando aulas de EGB para la enseñanza securidaria". Nuevamente aquí el señor Romero se sorprenderá cuando se entere de que aún hay muchísimos casos sin resolver y que los institutos poseen muchas instancias sobrantes que no saben qué hacer con ellas ni dónde enviarlas, porque están esperando instrucciones aún no recibidas de la dirección provincial.

Cabe preguntarse: ¿cómo van a resolverse los problemas si quien tiene que resolverlos no está ni enterado?

Yo no me sorprendo; simplemente me indigno.- Rosario Sánchez.