Tribuna:

La contratación entra en la zona de los mínimos

La inactividad parece ser el único remedio al alcance de los mercados de valores por medio del cual se pueden soportar los rigores del estío. Los escasos intentos que se hacen para lograr una recuperación chocan invariablemente con un nivel de actividad cada vez menor ante el que papel y dinero nada pueden hacer.En algunos momentos dio la sensación de que el volumen de contratación de la sesión anterior, ya por debajo de los 3.000 millones de pesetas efectivas, era la señal de partida para iniciar las vacaciones, pues fueron numerosos los inversionistas que expresaron en voz alta su creencia d...

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La inactividad parece ser el único remedio al alcance de los mercados de valores por medio del cual se pueden soportar los rigores del estío. Los escasos intentos que se hacen para lograr una recuperación chocan invariablemente con un nivel de actividad cada vez menor ante el que papel y dinero nada pueden hacer.En algunos momentos dio la sensación de que el volumen de contratación de la sesión anterior, ya por debajo de los 3.000 millones de pesetas efectivas, era la señal de partida para iniciar las vacaciones, pues fueron numerosos los inversionistas que expresaron en voz alta su creencia de que ahí no había nada que hacer. Prácticamente ningún sector escapó al descenso de actividad, por lo que el nivel del negocio volverá a situarse en un nivel muy parecido al del jueves.

En el sector bancario surge como novedad la demanda de títulos del Central, que, con 96.000 títulos negociados, un resto sin contrapartida vendedora de 161.000 títulos y un avance de 18 enteros, se aleja del resto de los valores del grupo, que, en conjunto, registraron un saldo comprador de 1.960 títulos y un volumen negociado de 192.000. Los resultados se mantuvieron al nivel de la actividad, pues sólo se dio un avance, el del Santander, con cuatro enteros, y el resto repitió la cotización anterior.

Las eléctricas no fueron tampoco un modelo de actividad, y los cambios reflejaron asimismo esta circunstancia con pequeñas oscilaciones, de las que no se podía deducir la orientación futura del grupo. El ambiente en los corros fue bastante apagado, tal vez por tratarse de la jornada de cierre y no mostrarse nadie dispuesto a correr el riesgo de tomar posiciones o de abandonarlas.

Esta indecisión está siempre en la base de los períodos en los que, como en éste, la apatía se adueña del mercado y amenaza con paralizarlo.

Los sectores industriales se unieron sin dificultades de ningún tipo a la serie de altibajos que permiten compensar pérdidas o avances de una sesión a otra por no responder a orientación alguna, con lo que la oportunidad o el acierto han comenzado a sustituir a las decisiones estudiadas.

De estos grupos, sólo el de construcción registró un pequeño avance, al tiempo que alimentación y siderurgia eran los que descontaban las bajas más fuertes. Telefónica consiguió mantenerse al alza, aunque en los términos propios de una sesión típicamente veraniega.

En cuanto a los factores externos del mercado, los tipos de interés del mercado interbancario han vuelto a registrar un ascenso que les acerca nuevamente a los niveles con que iniciaron la semana. Las operaciones a un día cerraron al 12,26%, mientras que a tres meses lo hicieron al 12,65%, lo que significa un avance de 10 y 15 centésimas, respectivamente.

Al final, lo único que parecía quedar claro era la resistencia a la baja y la falta de argumentos en los que apoyar cualquier tipo de movimiento alcista. Los índices generales también se repartieron los resultados, subiendo Bilbao y Valencia 17 y 12 centésimas, mientras que Barcelona y Madrid perdieron 55 y tres.

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