CASTILLA Y LEÓN

Las obras en un local cercano, presunta causa del derrumbamiento de un inmueble en Ponferrada

Ignacio Bodelón, de 48 años, y Gumersindo Delgado, de 69, las dos personas que resultaron muertas al derrumbarse un edificio de seis plantas el pasado domingo en Ponferrada, fueronenterrados en la tarde de ayer en esta localidad leonesa entre el profundo sentimiento de dolor de gran parte de la población.

Hasta el momento se desconocen las causas reales del siniestro. No obstante, se baraja la posibilidad de que el inmueble, situado en el centro de la ciudad y construido en 1962, pudo desplomarse como consecuencia de los trabajos de desescombro que se llevan a cabo con martillos ...

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Ignacio Bodelón, de 48 años, y Gumersindo Delgado, de 69, las dos personas que resultaron muertas al derrumbarse un edificio de seis plantas el pasado domingo en Ponferrada, fueronenterrados en la tarde de ayer en esta localidad leonesa entre el profundo sentimiento de dolor de gran parte de la población.

Hasta el momento se desconocen las causas reales del siniestro. No obstante, se baraja la posibilidad de que el inmueble, situado en el centro de la ciudad y construido en 1962, pudo desplomarse como consecuencia de los trabajos de desescombro que se llevan a cabo con martillos neumáticos en el terreno contiguo, donde se proyectaba la construcción de un edificio de oficinas.

Ignacio Bodelón, que se encontraba en el tercer piso del inmueble, murió al quedar sepultado por los escombros, al parecer mientras dormía. Gumersindo Delgado, la segunda víctima, falleció tras ser alcanzado, a pocos metros de la casa, por una grúa que se encontraba en el solar adyacente a la edificación siniestrada y que se desplomó pocos segundos después que el edificio.

Otra de las hipótesis que varios técnicos de obras barajaban ayer en relación con este suceso es que una deficiente cimentación del inmueble fuera la causa del desastre.

Los vecinos del edificio habían denunciado la pasada semana al propietario del mismo, Miguel Daga, la presencia de grietas, de hasta ocho centímetros de grosor, en sus viviendas, motivo por el que un arquitecto y un aparejador revisaron la casa, sin que advirtieran ningún tipo de peligro inmediato para los inquilinos.

Las fuentes consultadas, tanto municipales como técnicas en obras, han preferido no hacer ninguna manifestación al respecto hasta tanto no concluya la investigación de los hechos.

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Por su parte, el Juzgado de Instrucción de Guardia de Ponferrada ha iniciado las diligencias precisas para el esclarecimiento del suceso.

En días laborables el edificio siniestrado albergaba cerca de 300 alumnos, matriculados en una academia de idiomas, el personal de una peluquería, una docena de trabajadores de un comercio dedicado a la venta de máquinas de escribir eléctricas y dos familias.

Los afectados por el accidente no han descartado el inicio de acciones judiciales.

Testigos presenciales del suceso han señalado que el edificio empezó a derrumbarse a la altura de la primera planta y "después se vino abajo en pocos segundos", en medio de una gran polvareda que impidió observar el posterior desplome de la grúa.

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