Libia y EE UU

En relación con el enfrentamiento armado entre Libia y EE UU quiero expresarle mi más enérgica repulsa por la presión militar y demostración de fuerza innecesaria de EE UU, en primer lugar.2. La utilización arbitraria de las aguas territoriales; hispanas para el rosario de buques, fragatas, lanzamisiles y portaviones de la VI Flota que por resumir no voy a enumerar, antes y después del enfrentamiento.

3. La cobertura que el Gobierno español le da a la marina de guerra norteamericana en un momefito especialmente delicado.

4. La falta de movilizaciones populares y políticas para mo...

En relación con el enfrentamiento armado entre Libia y EE UU quiero expresarle mi más enérgica repulsa por la presión militar y demostración de fuerza innecesaria de EE UU, en primer lugar.2. La utilización arbitraria de las aguas territoriales; hispanas para el rosario de buques, fragatas, lanzamisiles y portaviones de la VI Flota que por resumir no voy a enumerar, antes y después del enfrentamiento.

3. La cobertura que el Gobierno español le da a la marina de guerra norteamericana en un momefito especialmente delicado.

4. La falta de movilizaciones populares y políticas para mostrarles nuestra repulsa por su estancia en nuestras aguas. Parece ser que las amenazas del líder libio sólo tendrían efectos inmediatos cuando se produjesen atentados 3, la población civil se viese envuelta en ellos. Si no es así y las amenazas son infundadas, ¿para qué tantas medidas de seguridad en torno a intereses norteamericanos e israelíes, aeropuertos militarizados, embajadas que parecen bunker, etcétera? ¿Quién se encarga de proteger a la sociedad civil, que es la que mantiene a las ftierzas de seguridad, y no al revés? ¿No sería más fácil invitarles a que se fueran por donde han venido o, mejor aún, no haberles dado permiso para atracar en puertos que son civiles ni fondear sus portaviones en aguas jurisdiccionales españolas? La premisa de la reducción de las bases o total desmantelamiento, aunque sea cierta, quizá le salga más barato si pueden campar a sus anchas por nuestros puertos y aeropuertos civiles o militares hispanos. Ya basta de tanta hipocresía y deferencias con un Estado que trata de mantener y ampliar su hegemonía mediante el uso de la fuerza o simplemente la amenaza irracional.-