Las culturas indígenas, a debate en la reunión de Costa Rica
La VI Conferencia de Presidentes de las Comisiones Nacionales del V Centenario del Descubrimiento abordará la revisión del papel que desempeñaron en la formación de América las culturas indígenas y la situación actual de estas comunidades. Éste será uno de los principales temas de debate y una de las más importantes fuentes de polémica. La reunión fue inaugurada ayer en San José de Costa Rica por el secretario de Estado español para la Cooperación, Luis Yáñez, y por el presidente de Costa Rica, Luis Alberto Monge.
Tanto Yáñez como Monge insistieron en la cuestión del indigenismo. El...
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La VI Conferencia de Presidentes de las Comisiones Nacionales del V Centenario del Descubrimiento abordará la revisión del papel que desempeñaron en la formación de América las culturas indígenas y la situación actual de estas comunidades. Éste será uno de los principales temas de debate y una de las más importantes fuentes de polémica. La reunión fue inaugurada ayer en San José de Costa Rica por el secretario de Estado español para la Cooperación, Luis Yáñez, y por el presidente de Costa Rica, Luis Alberto Monge.
Tanto Yáñez como Monge insistieron en la cuestión del indigenismo. El primero, al afirmar que una de las dos líneas fundamentales para los trabajos con vistas a la celebración del V Centenario debe ser estimular los esfuerzos que impliquen un mayor conocimiento de las culturas indígenas, tanto las precolombinas como las actuales.Por su parte, Monge aludió al tema al afirmar que sería ingenuo disimular "el choque tremendo de las culturas, el fuego, la sangre y la violencia".
Para el presidente costarricense, "es ocioso elaborar leyendas doradas o leyendas negras". La revisión del papel y la situación de los pueblos indígenas de América despierta no pocas suspicacias entre distintos países latinoamericanos, ya que si el asunto es frecuentemente utilizado para alimentar políticas nacionalistas, se convierte en un problema vidrioso cuando se trata de abordar la situación actual y el trato que reciben estas comunidades.
Al menos, España, Cuba, México y Costa Rica plantearán durante la asamblea programas de estudio sobre esta cuestión.
Otro punto importante que se despejará probablemente en esta reunión es la posibilidad de que se celebre en un futuro próximo una cumbre de jefes de Estado de España, Portugal y Latinoamérica en el marco de la celebración del V Centenario. A este respecto, Luis Yáñez afirmó en la inauguración de la asamblea: una cumbre de esta naturaleza sellaría "el pacto que nos identifica como hermanos y nos une en el esfuerzo del V Centenario".
Reunión en Sevilla
Asimismo, Yáñez indicó que esta reunión de jefes de Estado podría repetirse al menos durante la celebración en Sevilla de la exposición universal prevista para 1992. Según distintas fuentes de la asamblea, existe en principio un ambiente muy receptivo hacia la iniciativa, aun que ésta deberá superar reticencias y, sobre todo, las profundas diferencias políticas existentes entre los distintos Gobiernos latinoamericanos.En su discurso, Luis Yáñez afirmó que 1992 no debe ser sólo una meta, sino, sobre todo, un punto de partida para fortalecer el entendimiento y las relaciones entre todos los países de Latinoamérica. Se trata de que, en definitiva, la comunidad latinoamericana llegue a ser un sujeto activo y diferenciado en la política internacional, según Yáñez.
Por su parte, Luis Alberto Monge hizo un llamamiento a la necesidad de mirar de frente la realidad del descubrimiento, al afirmar que el proceso puede analizarse hoy con cierta objetividad para admitir que "todos somos", dijo, "el resultado de una increíble fusión de culturas, un producto diferente le los factores originales que se enfrentaron dramáticamente desde 1492".
La asamblea, en su primera sesión, debatió el reglamento interno, cuya aprobación culminará la institucionalización de estas reuniones, y la composición de países de pleno derecho, grupo en el que se encuentran los 23 de habla hispana y portuguesa que asisten a la reunión, así como los Estados observadores, grupo en el que figurarán Italia, Bahamas y Estados Unidos.