LA PERMANENCIA DE ESPAÑA EN LA OTAN

España comunica oficialmente a los aliados su permanencia en la Alianza Atlántica

Los ministros españoles de Asuntos Exteriores y de Defensa, Francisco Fernández Ordóñez y Narcís Serra, respectivamente, dirigieron ayer cartas a sus homólogos de la Alianza Atlántica y al secretario general de esta última, lord Carrington, en las que expresan que se ha realizado, con el resultado del referéndum, la revisión de la postura española frente a la OTAN que el Gobierno socialista anunció en diciembre de 1982. El texto de esta misiva reitera que tal decisión no altera "la reivindicación de España de la soberanía sobre Gibraltar", manifestó ayer el embajador español en la OTAN, Jaime ...

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Los ministros españoles de Asuntos Exteriores y de Defensa, Francisco Fernández Ordóñez y Narcís Serra, respectivamente, dirigieron ayer cartas a sus homólogos de la Alianza Atlántica y al secretario general de esta última, lord Carrington, en las que expresan que se ha realizado, con el resultado del referéndum, la revisión de la postura española frente a la OTAN que el Gobierno socialista anunció en diciembre de 1982. El texto de esta misiva reitera que tal decisión no altera "la reivindicación de España de la soberanía sobre Gibraltar", manifestó ayer el embajador español en la OTAN, Jaime de Ojeda.

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Al inicio, ayer, de la reunión del Consejo Atlántico a escala de embajadores, Carrington tuvo unas palabras "sumamente cordiales" por el resultado del referéndum, que fueron objeto de "un aplauso más cordial que de costumbre", según Ojeda, que agradeció las palabras del secretario general. "Creemos también que ha sido una victoria para la Alianza, que ha salido fortalecida en todos los sentidos en esta prueba", señaló Ojeda."La revisión se ha realizado y ha culminado en el refrendo popular, que ha permitido al Gobierno continuar en la Alianza. en las condiciones definidas por el referéndum", explicó Ojeda, añadiendo los términos expresados en la pregunta del referéndum, que estaban recogidos en la carta que ayer entregó a Carrington: no incorporación a la estructura. integrada de mandos, no armas nucleares en territorio español y reducción de las fuerzas norteamericanas en España.

La mención a Gibraltar fue resaltada por Ojeda, quien señaló que este problema siempre será una traba para "nuestra coordinación y nuestra participación" en la OTAN. En todo caso, esta misiva no es la declaración de intenciones que se había previsto en un primer tiempo, sino un texto rebajado. "Ir más allá hubiera sido prematuro", comentó Ojeda.

"Ahora", añadió, "empezaremos a ver con la Alianza cómo se estructuran, los tres puntos" de las condiciones. "Ahora", dijo después, "trataremos con la Alianza y con los mandos de ver cuál será nuestra contribución militar, pero fuera de la estructura de mandos. Es un tema amplio que vierte tanto en la estructura civil como en la militar. Hay que estudiar nuestra participación en el Comité de Planes de Defensa, buscar la manera de coordinar nuestras Fuerzas Armadas con los mandos de la Alianza".

Para el embajador, la cuestión de las misiones que desempeñará España en la Alianza es un "aspecto fundamental", pero hay otros. Y hay derivaciones técnicas muy complicadas. "Sólo tenemos ideas básicas, y los aliados darán su opinión", aportando incluso nuevas ideas si las tienen. Para Ojeda se trata de "engarzar a nuestro país en la Alianza pero cuidando de no caer dentro de la estructura de mandos integrados".

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"Los contactos exploratorios que la oportunidad nos ha presentado indican que no parece que se vaya a plantear una situación difícil", señaló Ojeda. "No nos pueden imponer nada a nosotros, ni tampoco nosotros a ellos", dijo, tras recordar las dificultades que surgieron en las conversaciones de 1982 sobre la integración militar.

Ojeda cree que las negociaciones empezarán antes de las elecciones generales en España, pero pueden tardar varios meses. Es probable que, antes de concluir, la OTAN prefiera que hayan pasado las elecciones, para tener un Gobierno seguro con el cual negociar. Y de ahí quizá la insistencia en que no hay prisas".

Cabe recordar que cuando Francia anunció en marzo de 1966 su retirada de la estructura de mandos integrados, las conversaciones o negociaciones sobre su nuevo estatuto y misiones en la OTAN durarori 18 meses, culminando a finales de 1967 en los acuerdos -luego revisados- entre el entonces jefe del Estado Mayor francés, el general Ailleret, y el entonces comandante supremo aliado en Europa, el general Lemnitzer. Sin duda España sacará lecciones de aquellas negociaciones para las que ahora se anuncian.

Aparte del tema nuclear, la principal condición planteada en el referéndum es la no participación en la estructura militar integrada de la OTAN, lo que en una interpretación estricta significa que ninguna fuerza española estará asignada para pasar a depender, en caso de crisis o guerra, de un mando internacional de la OTAN. Todo lo demás es posible, como se ha dicho ya repetidas veces.

Y España plantea la intención de coordinar su defensa con los aliados y contribuir a la defensa común. Esto se puede hacer, como Francia, a través de enlaces e spañoles ante los mandos integrados de la OTAN, a través del Comité Militar y las diversas agencias especializadas, y a través del Comité de Planes de Defensa y buen número de los comités -militares o civiles- de la OTAN. Parte de la defensa aérea es "estructura civil". La logística se "coordina" en la OTAN, pero no se "integra". La participación en las maniobras conjuntas está asegurada. Lo que España y la OTAN tendrán que negociar son las misiones militares, civiles y políticas que desempeñará España en los planes comunes de defensa.

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