Cartas al director

Razones para el 'sí'

1. Soy pacifista, pero no no violento. No estoy dispuesto a atacar a nadie, pero tampoco a permitir que nadie me ataque. Quiero el desarme, pero el de todos, no sólo el mío para quedar inerme frente a la fuerza bruta de otros inspirados por cualquier mesianismo beligerante. Y ocurre que el mundo está dividido en dos bloques (Este, Oeste). Por razones de hecho -geografía, historia, cultura, economía, instituciones jurídicas y políticas democráticas-, mi país pertenece al Oeste. Lo esencial no es quién gane -nadie ganaría-, sino que no haya guerra. Por todo ello debo adherirme al Oest...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

1. Soy pacifista, pero no no violento. No estoy dispuesto a atacar a nadie, pero tampoco a permitir que nadie me ataque. Quiero el desarme, pero el de todos, no sólo el mío para quedar inerme frente a la fuerza bruta de otros inspirados por cualquier mesianismo beligerante. Y ocurre que el mundo está dividido en dos bloques (Este, Oeste). Por razones de hecho -geografía, historia, cultura, economía, instituciones jurídicas y políticas democráticas-, mi país pertenece al Oeste. Lo esencial no es quién gane -nadie ganaría-, sino que no haya guerra. Por todo ello debo adherirme al Oeste para mantener un equilibrio que ímpida la iniciativa a cualquiera. Si mi país fuera Rumanía, diría lo mismo del Pacto de Varsovia. Los hechos son como son, y el neutralismo real, imposible. (Suecia, por ejemplo, no es neutral real. Su impresionante ejército sólo contempla como enemigo potencial a la Unión Soviética.)2. "España es el problema, y Europa, la solución". Pero una integración europea verdaderamente supranacional ha de abarcarlo todo, incluida la política exterior y la defensa colectiva. Ambas pasan en la Europa de hoy por la Alianza Atlántica. España no puede quedar fuera de la plena construcción de Europa.

3. Estamos afrontando una cuestión política, no un dilema de principios. La política se inspira en los principios, pero no se reduce a ellos. Ha de ser, además, pragmática. Un principio político es que no puedo quedar inerme. La praxis impone que si no soy capaz de defenderme solo he de aliarme. El suicidio no es ético. El aislacionismo es un suicidio político.-Eduardo Cierco.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En