Arzallus regresa a los órganos de dirección del PNV

Xabier Arzallus (Azkoitia 1932) ha vuelto a pertenecer desde ayer a la dirección ejecutiva del Partido Nacionalista Vasco (PNV). La asamblea del partido en Vizcaya eligió por amplia mayoría, como estaba previsto, a los 10 miembros de la candidatura del sector oficial -del que Arzallus es líder indiscutible- para integrar durante los dos próximos años el Consejo Provincial (BBB). Los candidatos del sector crítico, afines a Garaikoetxea, reconocieron la victoria de sus rivales, pero anunciaron que van a continuar su actividad coordinada para defender el contenido del programa con el que han conc...

Xabier Arzallus (Azkoitia 1932) ha vuelto a pertenecer desde ayer a la dirección ejecutiva del Partido Nacionalista Vasco (PNV). La asamblea del partido en Vizcaya eligió por amplia mayoría, como estaba previsto, a los 10 miembros de la candidatura del sector oficial -del que Arzallus es líder indiscutible- para integrar durante los dos próximos años el Consejo Provincial (BBB). Los candidatos del sector crítico, afines a Garaikoetxea, reconocieron la victoria de sus rivales, pero anunciaron que van a continuar su actividad coordinada para defender el contenido del programa con el que han concurrido a estas elecciones internas.

Arzallus, cuya presencia en la asamblea celebrada en la localidad de Artea era obligatoria en virtud de los estatutos del PNV, excusó su asistencia alegando que se encontraba en comisión de servicio para el partido.La victoria de la candidatura del sector oficial fue abultada, como ya se conocía de antemano por los resultados de las asambleas locales primarias celebradas durante las últimas dos semanas. Arzallus y sus nueve compañeros elegidos, entre los que se encuentra el presidente del Consejo Nacional del PNV (EBB), Jesús Insausti, obtuvieron el apoyo de 136 apoderados o compromisarios, frente a los 45 que se pronunciaron por la lista del sector crítico. La diferencia entre ambas candidaturas es menor en votos de afiliados, como consecuencia del sistema de elección indirecto y mayoritario tradicional en el PNV de Vizcaya. La candidatura del sector oficial ha conseguido en torno al 60% de los votos emitidos, mientras los críticos obtenían aproximadamente el 40%.

La participación en el proceso electoral ha sido muy elevada. Más de 12.000 afiliados, aproximadamente la mitad de los cotizantes del partido en Vizcaya, han tomado parte en las asambleas locales y la elección de apoderados.

Los portavoces del sector nacionalista oficial se limitaron ayer a comentar la normalidad del proceso electoral. Arzallus, que ayer no acudió a la asamblea de su partido, había presentado el viernes en Bilbao su libro Entre el Estado y la libertad, una recopilación de los artículos que publica cada domingo en Deia. El líder nacionalista declaró que no es nada pesimista sobre la evolución de Euskadi y su futuro y pidió que se tenga en cuenta que "un país no se encarrila en pocos años, ni se sale así como así de una situación como la que creó la dictadura".

Vocación pedagógica

Arzallus dijo también que durante la campaña electoral ha estado callado, "que es lo que procede", y que no le apetece volver a la política activa porque tiene verdadera vocación pedagógica. "Lo que han hecho es arrancarme literalmente de mis clases en la universidad". El desempeño de los cargos en el PNV es obligatorio, en caso de resultar elegido, y el candidato únicamente puede negarse a aceptar la reelección inmediata tras un primer mandato.

Los principales candidatos de la lista minoritaria, el presidente del Parlamento vasco, Juan José Pujana, y el portavoz de la Minoría Vasca en el Congreso de los Diputados, Marcos Vizcaya, anunciaron que los críticos seguirán trabajando en el partido. Marcos Vizcaya dijo que se seguirá estudiando el programa con el que la lista encabezada por Pujana ha concurrido a los comicios internos.

El programa de este sector, favorable a Garaikoetxea, reclama, en síntesis, un desarrollo autonómico completo y sin restricciones, pero contempla la posibilidad de denunciar el estatuto de Guernica.