Emilio Botín pide al Gobierno que mantengala misma política económica

Los beneficios antes de impuestos del grupo del Banco de Santander ascendieron a 23.400 millones de pesetas en 1985, frente a los 17.000 millones de un año antes, según el informe presentado a la junta general de accionistas. El presidente del banco, Emilio Botín, felicitó al Gobierno por la reducción de la inflación, los resultados en la balanza de pagos y la reforma de la Seguridad Social, y pidió que se mantuviera en esa línea de política económica.

Emilio Botín, anunció el aumento del dividendo por acción hasta 75 pesetas y la ampliación del valor de las acciones desde 440 pesetas h...

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Los beneficios antes de impuestos del grupo del Banco de Santander ascendieron a 23.400 millones de pesetas en 1985, frente a los 17.000 millones de un año antes, según el informe presentado a la junta general de accionistas. El presidente del banco, Emilio Botín, felicitó al Gobierno por la reducción de la inflación, los resultados en la balanza de pagos y la reforma de la Seguridad Social, y pidió que se mantuviera en esa línea de política económica.

Emilio Botín, anunció el aumento del dividendo por acción hasta 75 pesetas y la ampliación del valor de las acciones desde 440 pesetas hasta 470, con el objetivo de alcanzar en 1986 un nominal de 500 pesetas por acción.El Banco de Santander, como entidad, obtuvo más de 18.000 millones de pesetas de beneficios antes de impuestos, después de aumentar su pasivo en más de 100.000 millones durante 1985 y en un 21% la inversión crediticia a lo largo del pasado año. Las fuentes básicas de ingresos durante el ejercicio, al margen de la rentabilidad de sus activos, fueron la colocación entre el público de una parte importante de pagarés del Tesoro con pacto de recompra y la recuperación de elevadas cantidades calificadas en años anteriores como morosos o fallidos.

La colocación de pagarés del Tesoro entre sus ahorradores llegó a ser del 16% del total colocado, porcentaje muy superior del que le correspondería por su cuota de mercado. Estas colocaciones, con un diferencial a favor del banco superior a 1,5 puntos durante la mayor parte de 1985, son uno de los motivos de que los ingresos financieros hayan crecido el 19% y de que en 1986 se ingresen, por operaciones anteriores, más de 1.200 millones de pesetas directamente al margen financiero.

Créditos exteriores

El consejero delegado de la entidad destacó que ante el próximo vencimiento de pagarés bancarios emitidos hasta la entrada en vigor de la ley de Activos Financieros, el Banco de Santander no tendría especiales problemas, porque el pasivo que se verá afectado es muy pequeño en volumen (el 4,5%), ya que la reconversión se efectuó en su mayor parte durante 1985. "Buena parte del dinero que tenemos en la actualidad en pagarés del Tesoro", señaló Emilio Botín, "es dinero blanco que puede volver al balance del Banco de Santander sin especiales problemas de rentabilidad".El Banco de Santander se ha mostrado muy activo, en los dos últimos ejercicios, en disminuir el volumen de sus operaciones de crédito con países en dificultades a la hora de pagar su deuda externa, y a finales de 1985, el total del riesgo país ascendía a algo más de 250 millones de dólares, habiéndose reducido en dos terceras partes sobre la cifra de 1983. Las provisiones para cubrir estos riesgos alcanzan la cifra de 80 millones de dólares (el 32% del total), el porcentaje más elevado de la banca nacional. La disminución de este riesgo se ha hecho mediante fuertes provisiones, descensos en las operaciones exteriores y ventas de créditos con pérdidas, que se han amortizado con cargo a provisiones anteriores o directamente en la cuenta de pérdidas y ganancias de 1985. El objetivo es que dentro de dos años todo el riesgo país haya desaparecido al provisionarse al 100%.

Durante el pasado ejercicio se destinaron más de 32.000 millones de pesetas a amortizaciones y provisiones, con un crecimiento del 33% sobre 1984, lo que ha permitido amortizar completamente el dinero que tuvo que aportar el Banco de Santander a la operación de saneamiento del Urquijo-Unión y constituir un fondo de pensiones con 6.500 millones de pesetas.

Con cargo al mes de enero, este fondo fue aumentado en 700 millones de pesetas adicionales para colocar la rentabilidad en el 6%, como hacen las entidades de seguros. Una vez cubierto ese objetivo, se empezarán a hacer dotaciones para ir protegiendo al menos una parte de las obligaciones contraídas con los trabajadores en activo.

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