Gaddaffi prepara una 'minicumbre' de Estados árabes

El máximo dirigente libio, Muammar el Gaddafi, anunció en Trípoli que tiene previsto entrevistarse en breve con el presidente de Argelia, Chadli Benyedid, en el curso de una minicumbre de jefes de Estado árabes, a celebrar en un lugar aún sin determinar, en la que estarán representadas Siria y probablemente también Sudán.Gaddafi, que en las últimas horas ha recibido un mensaje del líder soviético, Mijail Gorbachov, reveló que permanecía en contacto telefónico, a raíz de su reciente contencioso con Washington, con los presidentes de Argelia y de Siria y que el orden del día del encuentro...

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El máximo dirigente libio, Muammar el Gaddafi, anunció en Trípoli que tiene previsto entrevistarse en breve con el presidente de Argelia, Chadli Benyedid, en el curso de una minicumbre de jefes de Estado árabes, a celebrar en un lugar aún sin determinar, en la que estarán representadas Siria y probablemente también Sudán.Gaddafi, que en las últimas horas ha recibido un mensaje del líder soviético, Mijail Gorbachov, reveló que permanecía en contacto telefónico, a raíz de su reciente contencioso con Washington, con los presidentes de Argelia y de Siria y que el orden del día del encuentro será "la unidad árabe".

El anuncio hecho por Gaddafi, caso de llevarse a la práctica, confirmaría toda una serie de especulaciones e informaciones oficiosas que apuntaban la celebración de una próxima reunión al más alto nivel entre Argelia y Libia, países pertenecientes a ejes distintos dentro del Magreb y que desde la firma en Uxda, en agosto de 1984, del tratado de unión entre Trípoli y Rabat se encontraban distantes y en cierta beligerancia. Precisamente fue la firma de este tratado por Gaddafi y el rey Hassan II la que puso casi frente a frente a Trípoli y Argel.

El bombardeo israelí contra el cuartel general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Túnez, en octubre, como el boicoteo de Ronald Reagan a Libia, fue el detonante que diluyó las diferencias interárabes y unió o, al menos, puso de acuerdo a todos estos países frente al exterior.

Esto dio lugar a una disminución de tensión entre Libia y Túnez, que aprovechó con habilidad Trípoli para intentar un acercamiento al régimen de Argel, su gran rival revolucionario en el Magreb y que esos días estaba en plena luna de miel con Egipto, enemigo de Libia.

Desde entonces, Trípoli y Argel han intercambiado mensajeros y se han enviado delegaciones, más relevantes por parte libia, que ha incluido entre sus emisarios al vecino país a altos representantes políticos y militares, entre ellos el secretario (ministro) de Relaciones Exteriores, Abdesalam Triki, y al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general de brigada Abu Bakr Yunis.

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