Juzgado por fraude fiscal el ex primer ministro belga Vanden Boeynants

El ex primer ministro belga Paul Vanden Boeynants compareció ayer ante el tribunal correccional de Bruselas acusado de fraude fiscal. Esta es la primera vez en la historia de Bélgica que se da un caso así, y la espectacularidad del suceso se ve incrementada por la personalidad del reo. VdB, como se le conocía popularmente, fue uno de los pilares de la política belga de posguerra.Paul Vanden Boeynants, democristiano valón, fue primer ministro entre 1966 y 1968, y de nuevo durante dos meses en 1978. También fue, durante largos años, ministro de Defensa. VdB tiene 67 años de edad y 36 años de vid...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El ex primer ministro belga Paul Vanden Boeynants compareció ayer ante el tribunal correccional de Bruselas acusado de fraude fiscal. Esta es la primera vez en la historia de Bélgica que se da un caso así, y la espectacularidad del suceso se ve incrementada por la personalidad del reo. VdB, como se le conocía popularmente, fue uno de los pilares de la política belga de posguerra.Paul Vanden Boeynants, democristiano valón, fue primer ministro entre 1966 y 1968, y de nuevo durante dos meses en 1978. También fue, durante largos años, ministro de Defensa. VdB tiene 67 años de edad y 36 años de vida parlamentaria.

La acusación gira en torno a siete expedientes de fraude fiscal supuestamente realizado a finales de la pasada década, en actividades que no tienen nada que ver con sus mandatos públicos, como el Parlamento dejó sentado en mayo de 1982 al levantarle su inmunidad parlamentaria. En la actualidad, VdB ya no es parlamentario sino concejal en el Ayuntamiento de Bruselas-centro, en el que aspira a ocupar la alcaldía si sale airoso del juicio.

Al salir ayer del tribunal manifestó a los periodistas que le esperaban: "Lo niego todo, pero, en la espera, estoy pasando los peores momentos de mi vida".

La instrucción ha sido muy discreta y no se ha filtrado el contenido exacto de las acusaciones. En 1982, VdB, comerciante en carnes, aceptó una rectificación fiscal de 24 millones de" francos belgas (unos 72 millones de pesetas en la actualidad), lo que no implica automáticamente una condena ni un reconocimiento de culpabilidad. VdB ha negado siempre, por el contrario, el haber tenido intención fraudulenta alguna.

Será el juez quien tenga que juzgar la culpabilidad de VdB, ya que se le supone inocente hasta prueba en contrario. El juez tendrá que dictaminar si hubo error involuntario en las declaraciones fiscales o deshonestidad.

El juicio será largo, al menos hasta mediados de febrero. Ya el debate anterior sobre si era el Tribunal Supremo o el correccional el que debía ocuparse de la cuestión duró varios meses, y lo perdió VdB al estimar las diversas instancias que, tratándose de hechos ajenos a las funciones públicas ejercidas por VdB y referidos a la vida de empresario y hombre de negocios que éste llevó simultáneamente a su carrera política, había que juzgarle como un ciudadano más.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Sea cual sea el resultado, no se esperan repercusiones políticas. Pero VdB juega aquí su última carta política con vistas a la alcaldía de Bruselas (prestigiosa, pues por ella pasan todos los visitantes oficiales extranjeros), que se le prometió en tiempos, una vez que haya blanqueado su ficha. También se habla de que en este tema hay un ajuste de cuentas de los liberales hacia Vanden Boeynants.

Archivado En