Cartas al director

Disneylandia en España

Ha sido providencial la decisión de no instalar Disneylandia en España. Es el momento de demostrarnos a nosotros mismos que el Quijote no se escribió aquí por casualidad. Debemos inventar Solilandia. Poner a trabajar a miles de diseñadores, caricaturistas, publicistas, etcétera, para crear algo nuevo y espectacular. Concursos nacionales de escritores y dibujantes crearán una nueva literatura infantil de recreo y serán ésos los personajes a los que se dará vida en Solilandia (el nombre no puede ser más turístico y sugerente. Sol seguro y seguro de sol: el Estado pagará un nuevo vi...

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Ha sido providencial la decisión de no instalar Disneylandia en España. Es el momento de demostrarnos a nosotros mismos que el Quijote no se escribió aquí por casualidad. Debemos inventar Solilandia. Poner a trabajar a miles de diseñadores, caricaturistas, publicistas, etcétera, para crear algo nuevo y espectacular. Concursos nacionales de escritores y dibujantes crearán una nueva literatura infantil de recreo y serán ésos los personajes a los que se dará vida en Solilandia (el nombre no puede ser más turístico y sugerente. Sol seguro y seguro de sol: el Estado pagará un nuevo viaje a quien le toque el raro día de lluvia).En honor de nuestra estufa cósmica se intalará un viaje por el sistema solar, del que científicos, técnicos, ingenieros, etcétera, se encargarán que sea algo inolvidable.

Cientos de miles de personas (¿los famosos 800.000 por fin?) se distribuirán en las ciudades donde se intale Solilandia: animadores, costureras, diseñadores, técnicos, transportistas, azafatas, monitores, constructores, equipos de mantenimiento, venedores, vigilantes..., que habitarán una ciudad construida (más puestos de trabajo) para ellos.

Una vez más se demuestra que es mejor inventar nosotros que vivir dependiendo siempre de lo que inventan ellos. La lección de Disneylandia debe quedar bien aprendida definitivamente. Adiós, Mr. Marshall.- Luis R. San Miguel.

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