La Escuela Española de Arqueología de Roma
Recientemente se informó de la apertura de curso en el Instituto Español de Cultura en Italia, "en la que fue durante muchos años sede del Instituto de Arqueología". Efectivamente la Escuela Española de Historia y Arqueología de Roma, fundada en 1910, se convirtió por real decreto de 10 de octubre de 1984 en una dependencia de la Academia de Bellas Artes.En abril de 1985 dicha Academia estaba "cerrada por reformas". Actualmente, no sólo no han comenzado, sino que siguen vacantes las plazas directivas y no se han convocado las becas estatales destinadas a dichos centros.
Durante mi corta...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Recientemente se informó de la apertura de curso en el Instituto Español de Cultura en Italia, "en la que fue durante muchos años sede del Instituto de Arqueología". Efectivamente la Escuela Española de Historia y Arqueología de Roma, fundada en 1910, se convirtió por real decreto de 10 de octubre de 1984 en una dependencia de la Academia de Bellas Artes.En abril de 1985 dicha Academia estaba "cerrada por reformas". Actualmente, no sólo no han comenzado, sino que siguen vacantes las plazas directivas y no se han convocado las becas estatales destinadas a dichos centros.
Durante mi corta estancia en Roma, becado por la Generalitat de Cataluña, encontré aún funcionando la antigua escuela en su sede de villa Albani y pude realizar mi trabajo en ella con total normalidad. Todo lo que necesitaba era una mesa para poder trabajar fuera de los horarios de las bibliotecas de investigación y poder consultar la biblioteca de la Escuela, pequeña pero digna. ¿Debo entender que incluso esto se ha perdido? Comprendo que el Instituto de Cultura tenga derecho a una sede propia, pero no que eso sea a costa del único centro de investigación arqueológica que España mantenía en el extranjero. Mientras no comiencen las reformas debo estar de acuerdo con el director general de Relaciones Culturales en su conferencia inaugural: nuestro país es como "un noble arruinado que posee grandes tesoros que no sabe capitalizar".- .