Cartas al director

Precine y precrítica

En la crítica aparecida en su diario del 15 de octubre sobre la recién estrenada película Caso cerrado, el autor de la misma, Ángel Fernández-Santos, ha arremetido de sesgo, es decir, sin rozar siquiera una mínima consideración de la película en sí ni de cuantos intervinieron y colaboraron en su realización, con una sarta de insinuaciones sobre la personalidad de cada uno de aquellos a quienes voluntariamente soslayaba, redundantes todas ellas en las cualidades políticas y sociales que al cabo se derivan del inexistente -según el crítico- filme.¿Qué ha sucedido para que...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

En la crítica aparecida en su diario del 15 de octubre sobre la recién estrenada película Caso cerrado, el autor de la misma, Ángel Fernández-Santos, ha arremetido de sesgo, es decir, sin rozar siquiera una mínima consideración de la película en sí ni de cuantos intervinieron y colaboraron en su realización, con una sarta de insinuaciones sobre la personalidad de cada uno de aquellos a quienes voluntariamente soslayaba, redundantes todas ellas en las cualidades políticas y sociales que al cabo se derivan del inexistente -según el crítico- filme.¿Qué ha sucedido para que Caso cerrado haya motivado tanta saña pretendidamente teñida de desprecio? Porque todos cuantos hemos visto la película, o aquellos que vayan a verla, podrán comprobar que lo que sucede en la pantalla es más bien todo lo contrario de lo que en la crítica se pretende: que existe como película, que el tema discurre con toda verosimilitud y que aquello que pueda deducirse es cualquier cosa menos útil a la derecha, aunque se busque apoyo en Trotski y Lenin (¡qué ironía, la derecha apoyándose ahí!).

Los que suscribimos esta carta lamentamos que actitudes tan personalistas -al menos eso es lo que se deriva de la precrítica de Angel Fernández- Santos son objetivamente descalificables y redundan en perjuicio de un colectivo cuya labor, incluso en sus apreciaciones más negativas, debiera ser constructiva y no de rechazo, sentimiento este último que nos provocan las aseveraciones de su autor.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En