En libertad tres de los nueve acusados de preparar un atentado contra Barrionuevo

Seis de los nueve detenidos como presuntos miembros o colaboradores del comando Oker de ETA Militar pasaron ayer a prisión preventiva y los tres restantes fueron puestos en libertad provisional, dos de ellos bajo fianza, tras comparecer ante el juez del Juzgado de Instrucción Central número 4 de Madrid. El comando fue acusado de preparar un atentado contra José Barrionuevo, ministro del Interior, acusación negada por los encartados.Eva Cuesta y Francisco Pablo García fueron puestos en libertad bajo sendas fianzas de 300.000 pesetas y Juan María Barcia lo fue sin fianza. Ingresaron en pr...

Seis de los nueve detenidos como presuntos miembros o colaboradores del comando Oker de ETA Militar pasaron ayer a prisión preventiva y los tres restantes fueron puestos en libertad provisional, dos de ellos bajo fianza, tras comparecer ante el juez del Juzgado de Instrucción Central número 4 de Madrid. El comando fue acusado de preparar un atentado contra José Barrionuevo, ministro del Interior, acusación negada por los encartados.Eva Cuesta y Francisco Pablo García fueron puestos en libertad bajo sendas fianzas de 300.000 pesetas y Juan María Barcia lo fue sin fianza. Ingresaron en prisión preventiva José Ángel Aguirre, Ramón Zapiráin, Gorka López de Alda, José Fernando Calbarro, Mayte Trula y María Luz Peña.

La policía acusó a los integrantes del comando de la comisión de una treintena de acciones terroristas, con tres asesinatos, y de la preparación de un atentado contra el ministro del Interior.

Únicamente dos de los detenidos, Ramón Zapiráin y José Ángel Aguirre, el primero detenido en Ceuta, donde cumplía el servicio militar, reconocieron su pertenencia al comando de ETA Militar, así como una treintena de los atentados que se les atribuyen.

En su declaración ante el juez, Zapiráin y Aguirre reconocieron su responsabilidad en los asesinatos del francés Josep Couchot, en Irún, el 16 de noviembre de 1984; de José Ángel Facal Soto, en Pasajes de San Pedro, el 26 de febrero de 1985, y del policía nacional Máximo Antonio García, en San Sebastián , el pasado 12 de mayo.

Tanto José Ángel Aguirre como Ramón Zapiráin aseguraron haber sido víctimas de malos tratos. Ante el juez dijeron que habían recibido instrucciones del jefe del comando de preparar un atentado contra alguna autoridad que asistiera a un entierro de un policía nacional, pero negaron que tal personalidad fuera José Barrionuevo.