La revisión del contrato programa de Renfe depende de los resultados de la auditoría

La revisión del contrato programa de Renfe, que constituye uno de los compromisos políticos del ministro de Transportes, Abel Caballero, podría aprobarse en la primera quincena del próximo mes de noviembre. La reordenación financiera y la reestructuración de las funciones internas de la compañía constituyen los dos objetivos básicos de la revisión, cuya concreción está condicionada a la auditoría en curso sobre el ejercicio de 1984. Las primeras aproximaciones a los resultados del pasado ejercicio apuntan a que el déficit de la compañía con el Estado superará los 159.810 millones de pesetas an...

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La revisión del contrato programa de Renfe, que constituye uno de los compromisos políticos del ministro de Transportes, Abel Caballero, podría aprobarse en la primera quincena del próximo mes de noviembre. La reordenación financiera y la reestructuración de las funciones internas de la compañía constituyen los dos objetivos básicos de la revisión, cuya concreción está condicionada a la auditoría en curso sobre el ejercicio de 1984. Las primeras aproximaciones a los resultados del pasado ejercicio apuntan a que el déficit de la compañía con el Estado superará los 159.810 millones de pesetas anunciados inicialmente.

La reordenación financiera de Renfe precisa, según fuentes solventes de la compañía, de una capitalización de la empresa cuya cuantificación deberá esperar a los resultados de la auditoria que se está realizando. En cualquier caso, esta capitalización deberá ser negociada a nivel político, lo que mantiene a la dirección de la compañía al margen de la operación, teniendo en cuenta como base negociadora las deudas que la Administración tiene contraídas con Renfe y que superan los 100.000 millones de pesetas. También influirán, aunque en sentido contrario, los resultados de la auditoría correspondiente a 1984, de los que se espera reflejen un déficit de la compañía superior a los 159.810 millones ya anunciados.De todas formas, la revisión del contrato-programa de Renfe en sus aspectos financieros ha abierto ya una cierta polémica. Según se ha asegurado recientemente, este año la empresa está tal percibirá del Estado 14.700 millones menos de lo previsto mientras que el recorte para 1986 podría ascender a 33.000 millones de pesetas. No obstante, las negociaciones económicas de la revisión no han comenzado todavía y su carácter de políticas abre la posibilidad a cualquier resultado final.

Equipo de trabajo

A nivel de reorganización interna los trabajos se encuentran en una fase más avanzada, aunque todavía no existen conclusiones definitivas. Estos trabajos los viene realizando un equipo de expertos que desembarcó en Renfe de la mano del nuevo presidente, Julián García Valverde.La nueva dirección de Renfe no pretende modificar el organigrama de la empresa, aunque sí está trabajando para introducir algunas modificaciones significativas. La novedad más importante será la creación de una serie de direcciones por productos que dependerá directamente de la presidencia de la compañía. La dirección comercial dejará de depender de producción -algo que se considera inadmisible en una empresa de servicios-, al tiempo que se creará una nueva dirección que englobará todos aquellos temas relacionados con la seguridad.

En la revisión del contrato programa vigente hasta 1986 -se elaborará otro para los siguientes cuatro años- se contemplará previsiblemente la necesidad de culminar - los procesos de mecanización tanto en el largo recorrido como, y especial mente, en cercanías. En los objetivos a corto plazo de la empresa también figura la negociación con la Administración para conseguir un incremento de la cobertura en cercanías -en la actualidad es del 25%- que permita una disminución del déficit por esa vía o mayores compensaciones.

La revisión del contrato-programa de Renfe irá vinculada estrechamente a las directrices del nuevo Plan de Transportes por Ferrocarril, en el que se está trabajando actualmente, que pretende diseñar el ferrocarril del futuro y podría quedar aprobado en la primavera próxima.

La actuación se centrará en tres áreas concretas: mercancías especializadas, cercanías y distancias medias. Este último punto requerirá unas importantes inversiones tanto en infraestructura como en material, ya que lo que se pretende es competir en medias distancias (del orden de 400 kilómetros) con el avión.

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