La pelea del dividendo

La distribución de los beneficios obtenidos a lo largo del ejercicio se ha entendido siempre como el mejor índice de la gestión de las empresas y en especial de los bancos. La idea de que a mayor dividendo por capital corresponde una mayor solvencia de las entidades se ha mantenido hasta fecha muy reciente, en especial porque nadie se había atrevido a tomar la decisión de no remunerar a sus accionistas, incluso estando a las puertas de la quiebra o de la suspensión de pagos. Son numerosos los ejemplos de instituciones financieras que pagaban un dividendo pera, a los pocos meses, entrar en una ...

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La distribución de los beneficios obtenidos a lo largo del ejercicio se ha entendido siempre como el mejor índice de la gestión de las empresas y en especial de los bancos. La idea de que a mayor dividendo por capital corresponde una mayor solvencia de las entidades se ha mantenido hasta fecha muy reciente, en especial porque nadie se había atrevido a tomar la decisión de no remunerar a sus accionistas, incluso estando a las puertas de la quiebra o de la suspensión de pagos. Son numerosos los ejemplos de instituciones financieras que pagaban un dividendo pera, a los pocos meses, entrar en una profunda crisis cuya solución exigía, entre otras cosas, reducir los recursos propios hasta cantidades simbólicas de una peseta por acción.El mayor conocimiento de las entidades tras las inspecciones realizadas y los informes de auditoría externa, aunque algunos de éstos últimos. hayan planteado problemas adicionales, debe permitir no tropezar de nuevo en las mismas piedras. El nuevo coeficiente de recursos propios pretende, según su preámbulo, reforzar la solvencia de las instituciones financieras dando prioridad a la sanidad de las entidades sobre el volumen de dividendo distribuible.

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