Tribuna:

Aquel sublime instante en que se asume la propia ignorancia

Las aguas inversoras parecen haberse encauzado al fin por la renta variable, especialmente después del fuerte recorte de retribuciones sufrido por los pagarés del Tesoro y que indica, una vez más, las intenciones que mantiene la autoridad monetaria de rebajar el precio del dinero.El índice general de la bolsa ganó ayer 60 centésimas, con lo que superó la cota 113%. Y como los expertos casi siempre rectifican a los expertos, ya son bastantes los analistas que no consideran posible que el termómetro del mercado pueda alcanzar un nivel similar al de febrero de este año, es decir, en torno al 117%...

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Las aguas inversoras parecen haberse encauzado al fin por la renta variable, especialmente después del fuerte recorte de retribuciones sufrido por los pagarés del Tesoro y que indica, una vez más, las intenciones que mantiene la autoridad monetaria de rebajar el precio del dinero.El índice general de la bolsa ganó ayer 60 centésimas, con lo que superó la cota 113%. Y como los expertos casi siempre rectifican a los expertos, ya son bastantes los analistas que no consideran posible que el termómetro del mercado pueda alcanzar un nivel similar al de febrero de este año, es decir, en torno al 117%.

Pero la guerra psicológica está en plena ebullición, después de que el Banco de España rebajase las retribuciones de sus pagarés por debajo del 10%. Ayer, éstos se habían situado al 9,5% a un mes y al 9,75% a tres meses, es decir, con el mismo recorte sufrido en la jornada anterior.

El mercado interbancario también reflejó esta tendencia bajista en la sesión de ayer, con unos depósitos al 10,61% a un día, al 10,17% a siete días, al 10,22% a un mes, al 10,63% a tres meses y al 12% a seis meses. El banco emisor, por otra parte, intervino ayer en el mercado con una simbólica subasta de préstamos a un día por 10.000 millones de pesetas, y a un tipo del 11%, invariable respecto a jornadas anteriores.

Y no sólo eso. Incluso el tipo de interés legal desciende al 10,5%, mientras que el Banco Central también se decidía ayer a rebajar medio punto su tipo de interés preferencial para las operaciones de créditos y préstamos (quedan en el 13,5% a tres meses, 14,5% a seis meses y 15% a un año) y para el descuento comercial (13,5% hasta tres meses, 14% a seis meses y 14,5% para un año).

En cualquier caso, las palabras pronunciadas en Nueva York por el gobernador del Banco de España, afirmando que el banco emisor no contempla una flexibilización de su política monetaria para suavizar el impacto negativo del ingreso en la Comunidad Económica Europea, deben hacer reflexionar al mundo inversor.

Si bien es cierto que el interés marginal de la subasta extraordinaria de pagarés realizada el miércoles quedó establecido en el 9,77%, no es menos evidente que existía una demanda (332.461 millones de pesetas) muy superior a lo aceptado a ese precio (50.000 millones). Ese hecho viene a demostrar que las instituciones no están dispuestas a tomar unos títulos tan baratos como desearía el Tesoro.

A causa de la evolución del precio del dinero y el dólar situado a los niveles más bajos del año, no es de extrañar que la bolsa registre un nuevo empuje, desconocido desde los dos primeros meses de 1985. Ayer parecía que la demanda comenzaba a debilitarse, pero, poco a poco, el dinero se fortaleció y pudo absorber sin mayores traumas todo el papel que salía a la venta. Los operadores consideran que el comportamiento del mercado -con un volumen de 2.777,5 millones de pesetas efectivas el miércoles- permite albergar serias esperanzas de consolidación, al menos hasta que se mantenga la fascinación producida por las primeras informaciones sobre el principio de acuerdo entre las compañías eléctricas.

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