Los equipos de rescate esperan hallar más personas vivas bajo los escombros

Aún pueden ser hallados supervivientes de los terremotos que destruyeren una parte del centro de la capital mexicana el jueves y el viernes de la pasada semana. Este es el criterio de la mayor parte de los especialistas americanos y europeos que han viajado ya a México y trabajan en las operaciones de desescombro y rescate de víctimas. Los médicos y los socorristas creen que, al menos durante tres días más, será posible hallar supervivientes que no hayan sufrido traumatismos graves.

Con esta esperanza, los equipos de voluntarios, guiados por los especialistas, luchan en una frenética ca...

Aún pueden ser hallados supervivientes de los terremotos que destruyeren una parte del centro de la capital mexicana el jueves y el viernes de la pasada semana. Este es el criterio de la mayor parte de los especialistas americanos y europeos que han viajado ya a México y trabajan en las operaciones de desescombro y rescate de víctimas. Los médicos y los socorristas creen que, al menos durante tres días más, será posible hallar supervivientes que no hayan sufrido traumatismos graves.

Con esta esperanza, los equipos de voluntarios, guiados por los especialistas, luchan en una frenética carrera contra la muerte para remover los escombros y sacar de su interior a las personas que puedan hallarse todavía con vida. El caso del bebé Fidelio, de ocho días, recuperado el miércoles tras permenecer cinco días bajo las ruinas del Hospital Central de Ginecología de México, junto al seno de su madre, muerta en el terremoto, ha animado a los equipos de rescate y abre una luz de esperanza en la recuperación con vida de otras personas.También el rescate, logrado ayer, de Leonardo Ventura, de 33 años, que permaneció sepultado seis días bajo los escombros del hospital Juárez, ha estimulado a las brigadas de socorro a intensificar sus trabajos.

Las tareas se han concentrado en torno a las ruinas de estos hospitales, donde se cree que permanecen sepultados bajo bloques de cemento al menos 90 niños más, según informa la agencia Reuter. Bajo estas ruinas, existe la constancia de que se halla aún con vida una mujer atrapada en una habitación intacta, que pudo comunicarse con el exterior y que asegura que junto a ella se encuentran, todavía vivas, nueve personas más.

Por ello, expertos franceses, británicos y suizos están intentando, frenética pero prudentemente, excavar un túnel que permita acceder hasta la sala donde se encuentran las 10 personas, de tal manera que la excavación eluda peligrosos derrumbamientos que podrían sepultar, fatalmente, a los atrapados.

Por otra parte, varias funerarias de la ciudad norteamericana de Miami, en la península de Florida, han recibido peticiones urgentes de bolsas para cadáveres, solicitadas por las autoridades municipales, según informa la agencia Efe. El número aproximado de muertos tras los terremotos se cifra en 4.596. Los heridos sumaban ayer 8.334.

Un grupo de intelectuales mex¡canos, escritores, arquitectos y técnicos en su mayoría, denunció ayer en Ciudad de México el hecho de que un elevado número de los edificios del centro capitalino que se derrumbaron durante los dos terremotos de la pasada semana, no sólo no reunía las condiciones de seguridad antisísmicas requeridas por la legislación metropolitana de México, sino que, además, la violaban flagrantemente en muchos casos.

El escritor y ex diplomático mexicano Homero Aridjis, de 45 años, líder del denominado Grupo de los Cien, compuesto por intelectuales de México, dijo que buena parte de los edificios que se abatieron a consecuencia de los terremotos fue construida con materiales inadecuados para soportar los movimientos sísmicos.

"Si las ordenanzas municipales sobre construcción se hubieran seguido al pie de la letra, el desastre podría haberse reducido a la mitad", subrayó un miembro de este colectivo de intelectuales, consultado por el diario norteamericano The New York Times.

Según fuentes policiales, al menos 400 edificios han quedado destruidos tras los dos movimientos sísmicos y otros 700 más sufrieron importantes daños en sus estructuras.