Bangkok recupera la calma

Fracasa un intento de golpe de Estado en Tailandia

Los militares que participaron en la madrugada de ayer en un intento de golpe de Estado en Tailandia se rindieron 10 horas más tarde a las fuerzas leales al Gobierno y volvieron a los cuarteles, según anunció un mensaje oficial transmitido a través de la radio y de la televisión tafiandesas poco después de que se registrara un intenso tiroteo en pleno centro de Bangkok. En los enfrentamientos murieron al menos cuatro personas -entre ellas, dos periodistas, de nacionalidad australiana y estadounidense, respectivamente- y otras 59 resultaron heridas.

Según informaron las autoridades milit...

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Los militares que participaron en la madrugada de ayer en un intento de golpe de Estado en Tailandia se rindieron 10 horas más tarde a las fuerzas leales al Gobierno y volvieron a los cuarteles, según anunció un mensaje oficial transmitido a través de la radio y de la televisión tafiandesas poco después de que se registrara un intenso tiroteo en pleno centro de Bangkok. En los enfrentamientos murieron al menos cuatro personas -entre ellas, dos periodistas, de nacionalidad australiana y estadounidense, respectivamente- y otras 59 resultaron heridas.

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Según informaron las autoridades militares, la situación "ha vuelto a la normalidad". Poco antes, otro mensaje había informado de la rendición del coronel Manoon Roopckhachorn y su hermano Manas, oficial de la aviación tailandesa, los únicos dos cabecillas de la sublevación que aún oponían resistencia. Según este comunicado, ambos -que habían sido apartados hace tiempo del Ejército- lograron escapar "tras desaparecer entre la multitud".Otro de los numerosos comunicados oficiales informó que todas las restantes personalidades militares involucradas en el golpe se encuentran bajo arresto domiciliario tras haber sido interrogadas.

La sublevación fue anunciada, a primera hora de la mañana, a través de un mensaje radiofónico en el que un "grupo revolucionario" que afirmaba estar encabezado por el general Serm NakaJon -exjefe de las fuerzas armadas- dijo haber depuesto al Gobierno civil del primer ministro, Prem Tinsulanonda; disuelto el Parlamento y suprimido la Constitución.

En este comunicado el grupo afirmó haber dado el golpe: para resolver la deteriorada situación económica del país y manifestó su apoyo al rey Bhumibol Adulyadej.

A este mensaje siguió un comunicado del general Thienchai Sirisamphan, jefe adjunto de las fuerzas armadas, que apareció en la televisión, junto a los responsables de la policía, el Ejército de Tierra, las Fuerzas Aéreas y la Marina, para anunciar que el golpe había fracasado y que había sido establecido el estado de emergencia.

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Las autoridades militares pidieron en este mensaje a los rebeldes que volvieran a sus cuarteles para evitar un inútil derramamiento de sangre o, de lo contrario, serían "seriamente castigados".

Un portavoz militar atribuyó ayer la responsabilidad del intento de golpe al coronel Manoon Roopckhachorn -líder del grupo de oficiales conocido como los jóvenes turcos, que organizó otro golpe de Estado en 1981- y su hermano. Según estas fuentes, el coronel Serm fue obligado a encabezar el golpe por los jóvenes turcos.

Según afirmó un portavoz militar, en la intentona sólo participaron 22 carros de combate y unos 500 soldados, que lograron mantener el control de una emisora de radio y de varios edificios militares situados en el centro de la capital.

Numerosos enfrentamientos entre fuerzas leales y golpistas se produjeron durante la mañana en el centro de la capital tailandesa, especialmente en las proximidades de la sede del Gobierno, donde se hallaban estacionados cinco blindados de los sublevados.

Durante estos tiroteos murieron dos periodistas de la cadena de televisión estadounidense NBC Neil Davis, de 51 años, de nacionalidad australiana, y el técnico de televisión norteamericano William Latch. Varios proyectiles de obús cayeron en el suburbio de Thomburi y otros tiroteos se produjeron cerca del aeropuerto, que, sin embargo, mantuvo su actividad durante toda la jornada.

El intento de golpe militar coincidió con la ausencia del primer ministro, Prem Tinsulanonda -de visita oficial en Indonesia junto alministro de Asuntos Exteriores, Sithi Sawetasila-, y del jefe de las fuerzas armadas, general Arthit Kamlang-Ek, que realiza actualmente una gira por Europa. El príncipe heredero, Maha Vajiralongkorn, que también se encontraba fuera del país, está previsto que continúe la visita oficial que ayer empezó en Italia junto con el viceministro de Asuntos Exteriores, Prapas Limpabandhu.

Tinsulanonda efectuó ayer un llamamiento desde Yakarta en el que pedía a los rebeldes que volvieran a sus cuarteles y "pusieran el interés nacional por encima de todo". El primer ministro aterrizó ayer en el sur del país, donde, al parecer, tenía previsto entrevistarse con el rey Bhumipol y la reina Sirikit, de visita en esta región, antes de seguir viaje hacia Bangkok. A su regreso al país, Tinsulanonda declaró que su principal objetivo es restablecer la unidad nacional y resolver todo conflicto en el campo militar.

Según los observadores, el intento de golpe de Estado refleja las divisiones existentes dentro de las fuerzas armadas tailandesas y el clima de descontento creado por una serie de restricciones económicas, así como por su falta de protagonismo en el Gobierno desde 1983, fecha en la que entró en vigor la Constitución democrática.

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