El 'suquet' de los catalanes con cargo en Madrid

Socialistas catalanes con cargo en Madrid cenaron en la noche del miércoles un suquet (zarzuela de pescados) en Platja d'Aro (Gerona). Iniciaron de esta forma una tradición que se proponen renovar cada año el 7 de agosto. La ausencia de los tres ministros catalanes no deslució la fiesta, en la que la esposa e hijos del titular de la carte ra de Justicia, Fernando Ledesma, "catalanes de adopción con carácter temporal", según afirmó uno de los comensales se erigieron en protagonistas. La diputada Anna Balletbó, que, junto con Josep Maria Subirats, presidente de la Sección de Hacien...

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Socialistas catalanes con cargo en Madrid cenaron en la noche del miércoles un suquet (zarzuela de pescados) en Platja d'Aro (Gerona). Iniciaron de esta forma una tradición que se proponen renovar cada año el 7 de agosto. La ausencia de los tres ministros catalanes no deslució la fiesta, en la que la esposa e hijos del titular de la carte ra de Justicia, Fernando Ledesma, "catalanes de adopción con carácter temporal", según afirmó uno de los comensales se erigieron en protagonistas. La diputada Anna Balletbó, que, junto con Josep Maria Subirats, presidente de la Sección de Hacienda del Tribunal de Cuentas, y Rafael de la Cruz, director general de Presupuestos, organizaron la velada, explicó que ésta había sido gestada en los jardines del Moro, en Madrid, el 24,de junio, durante la recepción que ofreció el Rey con motivo de su onomástica.El excelente suquet fue regado al final con un cremat (café con ron flambeado) que los comensales degustaron al ritmo de las habaneras interpretadas por el grupo Cavall Bernat, que dirige José Luis Ortega Monasterio, un coronel que ha decidido no reintegrarse al Ejército tras ser rehabilitado en 1984 por la Audiencia Nacional, que anuló la decisión de un tribunal de honor celebrado en Huesca en 1976. La fiesta, celebrada en el restaurante de un conocido militante liberal de la localidad, costó "unas 3.000 pesetas por cabeza, que cada uno paga de su bolsillo, incluso el ministro", subrayó Balletbó, "para que los malpensados no duden del director general de Presupuestos".

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