Asesinado en Palermo un comisario destacado en la lucha contra la Mafia

El comisario Antonino Casarrá, de 38 años de edad, vicedirector de la Brigada Móvil de la policía de Palermo y destacado luchador contra la Mafia, fue asesinado ayer en una calle de la capital de Sicilia.Según las primeras informaciones facilitadas por la policía, Casarrá fue abatido por los disparos de tres hombres armados con fusiles cuando iba a subir en su coche, cerca de su casa. Un policía de su escolta resultó herido.

El atentado se produjo al día siguiente de que el ministro del Interior, Oscar Luigi Scalfaro, hubiese relevado de sus funciones a Francesco Pellegrino, jefe de la ...

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El comisario Antonino Casarrá, de 38 años de edad, vicedirector de la Brigada Móvil de la policía de Palermo y destacado luchador contra la Mafia, fue asesinado ayer en una calle de la capital de Sicilia.Según las primeras informaciones facilitadas por la policía, Casarrá fue abatido por los disparos de tres hombres armados con fusiles cuando iba a subir en su coche, cerca de su casa. Un policía de su escolta resultó herido.

El atentado se produjo al día siguiente de que el ministro del Interior, Oscar Luigi Scalfaro, hubiese relevado de sus funciones a Francesco Pellegrino, jefe de la Brigada Móvil e inmediato superior del policía asesinado, tras la muerte en comisaría de un joven sospechoso de pertenecer a la Mafia.

El joven futbolista Salvatore Marino murió, al parecer, mientras estaba siendo interrogado. En un primer momento se quiso achacar la muerte a la mala suerte: ataque cardiaco. Luego se intentó mantener el hecho en secreto. El cadáver del joven había sido llevado al hospital como un cuerpo anónimo, sin nombre. Allí diagnosticaron la muerte limitándose a añadir que el cadáver presentaba "fracturas extrañas en los pies". Sólo 12 horas más tarde la familia del joven reconoció el cuerpo ya sin vida de Salvatore. Era el viernes 2 de agosto. El padre afirmó que Salvatore había ido el jueves a declarar espontáneamente a la dirección de policía y que desde entonces no habían sabido nada de él.

La ciudad se sobresaltó. Se revolucionó el mundo político. Empezaron a llover las hipótesis: la primera, es que el joven resultó muerto por tortura durante los interrogatorios. Así hace sospecharlo la declaración de cuantos han podido ver el cadáver, que aparecía cubierto de llagas y de tumefacciones. Más tarde llegó la hipótesis del veneno. Se pensó, puesto que le habían dado para comer unos bocadillos llegados desde fuera de la comisaría, que la Mafia lo había envenenado para que no hablara.

De la escasa credibilidad de la hipótesis de crimen mafioso da idea el hecho de que el ministro del Interior, Oscar Luigi Scalfaro, destituyera fulminantemente a los tres interrogadores del joven: el carabinero Francesco Pellegrino, jefe de la Brigada Móvil de Palermo, y los policías Giuseppe Russo, responsable de la sección antiatracos, y Gennaro Scala, capitán y jefe del núcleo operativo de los carabineros de Palermo.

Para justificar tal decisión el ministro afirmó ayer: "El joven entró vivo en la comisaría y salió muerto. Yo he escogido la verdad cueste lo que cueste".

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En Sicilia, donde un gesto vale más que mil palabras, la respuesta simbólica ha sido inmediata: 1.000 personas en el funeral y una caja de pino blanca, en señal de inocencia.

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