Entrevista:

González y la personalización del poder

Pregunta. Sus relaciones con el presidente del Gobierno parecen haber sido malas.Respuesta. Nunca he tenido malas relaciones con el presidente. Siempre le he sido muy leal. Tampoco he tenido grandes batallas con mis compañeros de Gabinete. No he hecho tampoco política interna. De Exteriores se puede ser ministro de varias maneras: entregándose totalmente a la política exterior o considerando -y ahora es más fácil porque algunas cosas se han desbloqueado- que se puede dedicar tiempo a la política interior. Yo no he tenido esa dedicación, ni quizá tenga esas cualidades, y eso siempre ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Pregunta. Sus relaciones con el presidente del Gobierno parecen haber sido malas.Respuesta. Nunca he tenido malas relaciones con el presidente. Siempre le he sido muy leal. Tampoco he tenido grandes batallas con mis compañeros de Gabinete. No he hecho tampoco política interna. De Exteriores se puede ser ministro de varias maneras: entregándose totalmente a la política exterior o considerando -y ahora es más fácil porque algunas cosas se han desbloqueado- que se puede dedicar tiempo a la política interior. Yo no he tenido esa dedicación, ni quizá tenga esas cualidades, y eso siempre produce una situación de debilidad dentro del Gobierno. El presidente es un gran político, pero es un político que corresponde mucho a esta época de personalización del poder. Yo siempre he dicho que cuando pasen unos años el poder estará menos personalizado en España, como corresponde a una monarquía parlamentaria y a un gobierno de Gabinete. Hay ciertos tropismos hacia un presidencialismo que a mí me parece difícil de encajar -y que hay que encajar, porque es así- con el sistema establecido en la Constitución. No he tenido grandes problemas en el Gobierno. He tenido poco arropo, muy poco. Muy poco apoyo, pero eso no me producía excesiva preocupación. La crisis me ha producido cierta sorpresa. Debe de haber razones profundas que yo ignoro, pero no creo que haya que recurrir a razonamientos conspirativos vinculando a potencias extranjeras: sería ridículo.

Más información

P. González, no obstante, no fue muy cariñoso con usted en la conferencia de prensa en la que anunció la crisis. Parecía casi que, en las negociaciones con la Comunidad, usted se había limitado a llevarle la maleta a Manuel Marín.

R. Yo prefiero no comentar este tema. Fue una conferencia de prensa en la que el presidente estaba muy sometido a presión, no precisamente por mi salida, porque mi salida, supongo, no le ha provocado el menor problema psicológico, mientras que la salida del señor Boyer sí se los ha provocado, puesto que la relación afectiva con él es profunda y compleja. Prefiero no comentarlo. No fue elegante, pero hay que entender que en la vida política se está sometido a muchas tensiones.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En